Miles de personas salieron a la calle desde el domingo en Bruselas para protestar contra las medidas adoptadas para frenar la nueva ola de la COVID-19.
La policía recurrió a cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar la concentración, reseño la agencia de noticias AFP, después de que unos asistentes les lanzaran objetos.
También ha provocado altercados el intento de algunos manifestantes de salirse del recorrido autorizado por el Ayuntamiento de Bruselas. La marcha arrancó en torno a las 13.00 y se dispersó antes de las 18.00.
El ministro neerlandés de Justicia, Ferdinand Grapperhaus, reportó 173 arrestos y en carta al Parlamento acusó violencia «selectiva» y «altamente organizada» durante protestas contra medidas restrictivas.
El ministro afirmó que continúa la identificación de los involucrados en estos disturbios.
En una carta enviada al Parlamento, lamentó que en las últimas noches «grupos de vándalos han utilizado una violencia extrema contra el personal de la policía, los bomberos y las ambulancias”, lanzaron fuegos artificiales y piedras, hostigaron a los servicios de emergencia, incendiaron coches y «dejaron un rastro de destrucción en varias ciudades”.
Arrestos a juicio sumario
Grapperhaus SeñalÓ, que estos grupos «buscaban deliberadamente un enfrentamiento con la policía” y explicó que «hubo violencia selectiva contra agentes y servicios de emergencia, la violencia fue tal que se registraron disparos.
«El derecho a manifestarse es indudablemente un gran activo en nuestro Estado constitucional, pero una protesta no debería ser una tapadera para la violencia selectiva (…) Eso no tuvo nada que ver con una manifestación, sino que fue un comportamiento delictivo y provocador. Las imágenes son horribles”, advirtió.
Los arrestados pasarán por un juicio sumario a partir de este mismo martes, y además de la sanción que se les aplique por ley, se les exigirá el pago de indemnizaciones por los daños causados, pública el medio DW.
Destrucción en varias ciudades
El pasado viernes, una protesta no autorizada en Róterdam contra las restricciones y los planes de introducir el sistema 2G (que excluye a las personas no vacunadas del pase covid aunque den negativo en un test) desembocó en disturbios y choques con la policía.
Desde entonces, grupos en ciudades de todo el país han estado imitando la violencia registrada en Róterdam y cada noche se han dado cita en diferentes municipios con la intención de provocar vandalismo y atacar a la policía.
Grapperhaus habla de «violencia altamente organizada” por parte de adultos y también menores.
El ministro concluye su misiva subrayando que las restricciones por la pandemia «están causando muchos problemas en la sociedad” y la policía ya «advierte de que ha surgido una división” social. «Es importante que sigamos debatiendo esto entre nosotros, pero lo que sucedió el fin de semana no tiene nada que ver con esa discusión”, dice.
Fuente: El país, dw, afp