Desde este 4 de febrero de 2021 la Asamblea General de la ONU decidió celebrar el día mundial de la fraternidad humana o universal.
El propósito principal de la nueva celebración es afianzar la promoción de la paz en el mundo, el desarrollo sostenible y la unión de esfuerzos de la comunidad internacional para incentivar la tolerancia, la inclusión, respeto a la diversidad y la solidaridad entre las naciones del mundo y las personas.
La fecha, y así lo reconoce Naciones Unidas, se inspira en la Encíclica Fratelli Tutti que lanzó mundialmente el Papa Francisco hace dos años.
La iniciativa surgió porque el Comité Superior para la aplicación de la encíclica sobre la Fraternidad Humana le entregó el documento al Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres.
A través del Comité, el pontífice y el el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmed Al-Tayeb, propusieron un día anual dedicado a la Fraternidad Humana.
Fue a finales de 2019. Un año después, el 21 de diciembre de 2020, la ONU declaró el 4 de febrero como Día Internacional de la Fraternidad Humana, a partir de 2021.
Al adoptar la iniciativa, la Asamblea General de la ONU invitó a los Estados miembros, al sistema de las Naciones Unidas y a otros a observar el día anual de la manera que cada uno considere apropiada para promover el diálogo interreligioso e intercultural.
Este miércoles 3 de febrero, en rueda de prensa, para anunciar el Premio Zayed a la Fraternidad Humana, se pudo conocer que los dos líeres religiosos otorgarán el Premio Zayed a los ganadores de este año que son el Secretario General de la ONU, António Guterres, y Latifah Ibn Ziaten, fundadora de la Asociación Imad para la Juventud y la Paz.
Tanto el Papa Francisco como el Gran Imán de Al-Azhar fueron los primeros galardonados con el Premio al firmar el Documento sobre la Fraternidad Humana.
Francisco expresó que «la fraternidad nos lleva a abrirnos al Padre de todos y a ver en el otro un hermano, una hermana para compartir la vida o para sostenerse mutuamente, para amar, para conocer».
