Oración de la mañana. Lunes 21 de septiembre de 2020.
Por Herlinda Gamboa. Voz Julitze Maryurel.
Cafecito de la esperanza
Señor Jesús, está amaneciendo y escucho tu voz que nuevamente me llama, como a Mateo, ven, sígueme…Contemplo agradecido el ejemplo de este hombre que de recaudador de impuestos se convirtió en apóstol, en tu amigo y compañero de misión. Me levanto para acudir a tu invitación. Me siento en la mesa de todos los pecadores como yo, sin que me importe los señalamientos y críticas que hagan.
Me quedo en silencio meditando, rezando, escuchando… «Misericordia quiero y no sacrificios… He venido para buscar a los pecadores»… Esas palabras son para mí, soy de ese grupo. Sigo aquí, y logro experimentar por unos instantes tu mirada compasiva y misericordiosa que me levanta de mi miseria y hace sentar a tu lado junto a mis hermanos para compartir el pan del perdón y la reconciliación. Te escucho de nuevo…»compórtense de manera digna con la vocación que han recibido. Con humildad, mansedumbre y paciencia, sopórtense mutuamente por amor.
Conserven la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz. Un solo Cuerpo, un solo Espíritu, una esperanza, a la que han sido llamados, de acuerdo con la vocación y el don recibido». Esa es la tarea y el compromiso. Pedimos a María nuestra Madre, nos siga acompañando en el camino de seguimiento. Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.