Eswatini, conocido oficialmente como Reino de Swazilandia en África, vive un momento de tensión en su más alta expresión, al menos, durante las últimas 24 horas donde la sociedad civil se levantó contra la monarquía instaurada desde los años 70.
El rey Mswati III, que gobierna desde 1987, es señalado por oponerse a la propuesta masificada de convertir al país en un entorno democrático. Por el contrario, el monarca insiste en gobernar solo por decretos de acuerdo a los principios de una monarquía absoluta.
Ante el estallido social, el rey Mswati III huyó del país, según el Partido Comunista de Esuatini: «Mswati se ha subido a su jet privado y se ha ido de Suazilandia», publicó el partido político en la red social Facebook.
Por su parte, Themba Masuku, primer ministro de Eswatini, ha dicho que el rey Mswati III no ha huído del país, según reseña la agencia internacional de noticias Europa Press:»A raíz de las falsas informaciones que circulan en medios, me gustaría aprovechar esta oportunidad para asegurar a la población y a la comunidad internacional que Mswati III está en el país y que sigue a la cabeza de los trabajos con el Gobierno para hacer avanzar los objetivos del reino».
El gobierno de Mswati ha sido criticado por ignorar los crecientes problemas de la nación mientras él vive rodeado de lujos, sacrificando la salud de los ciudadanos a cambio de su confort personal.
Uno de los lujos más cuestionados de la vida del rey es la compra de una flota de limusinas, un jet de lujo que habría costado un cuarto del presupuesto nacional, la construcción y renovación de palacios para albergar a sus muchas esposas.
Mswati III también es señalado por su supuesta obstrucción al derecha de información tanto en contra de los periodistas como de los medios de comunicación del país.