Acompañada por un centenar de mujeres y hombres, la alcaldesa encargada de El Tigre (Anzoátegui), Lilys Osuna, llegó este martes 19 de septiembre a la sede del Ministerio Público en el municipio Simón Rodríguez para denunciar una presunta campaña de odio y de violencia de género en su contra.
La mandataria local señaló que desde hace varias semanas se está llevando a cabo una campaña de agresión, acoso y de bullying en contra de ella y sus hijos. “Se está violando el artículo 20 de la Ley Constitucional contra el Odio, por la convivencia pacífica y la tolerancia”, expresó.
Osuna detalló que esta situación, más allá de afectarla a ella como funcionaria pública, incide directamente en el bienestar psicológico de sus hijos.
“Yo lamento y le pido perdón a mis hijos por todo el bullying e incitación al odio que están viviendo producto de personas llenas de odio. Jamás le desearía a nadie que viviera todo lo que hoy vive mi familia”, comentó.
Asimismo, recordó que es una funcionaria pública y como funcionaria pública y figura pública, estoy sujeta al escrutinio de la gente y estoy sujeta a la crítica”, por lo cual no le molesta la crítica sino que “por el contrario la fortalece” porque le permite corregir y avanzar hacia el bienestar de todo “y creo que he dado demostraciones de eso”.
La alcaldesa argumentó que es una mujer de valores, que jamás se ha metido con nadie, pero que los que tienen la campaña en su contra no le perdonan que sea alcaldesa, “porque así lo dispone la ley del poder público municipal”.

Denuncia fundamentada
La primera autoridad municipal se pronunció ante las autoridades legales, pidiendo que se cumplan la Ley Constitucional contra el Odio, en su artículo 20; la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en su artículo 65; y el artículo 68 de la Ley contra Delitos Informáticos, en su apartado violencia informática.
Además, hizo mención de los artículos 29, 32, 65, 79, 91 y 358 de la Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, refiriendo que es su “deber como madre, garantizar un entorno sano, que continúen siendo criados bajo los preceptos que rigen a mi familia, como lo son los valores del amor y respeto”.
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