Alrededor de 200 niños del JM de Los Ríos no están recibiendo atención médica

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Foto: referencial.

La coordinadora nacional de la ONG Prepara Familia, Katherine Martínez, pone este alerta en torno a la crítica situación que se sigue registrando en este hospital infantil.

En conversación con Radio Fe y Alegría Noticias reseñó que «ahora todo es más grave, es más complicada la movilización para los ciudadanos más vulnerables».

En el principal hospital infantil del país se han dejado de atender a 200 niños, aproximadamente, que necesitan recibir sus quimioterapias, diálisis y transfusiones.

En este cuadro aparece la complicación para las familias de estos niños para desplazarse y «llevar a sus niños a diálisis, a las quimioterapias o para ir a ver a sus hijos que están hospitalizados».

Son familias vulnerables porque no tienen dinero, tampoco cómo movilizarse no solamente en Caracas, sino también desde otros estados del país.

Tienen niños que necesitan trasladar pero que además necesitan comprarle insumos que requieren como pañales, que son muy costosos, porque algunos de ellos no controlan esfínteres, o toallas húmedas.

También aparece el problema del agua potable, cuyo suministro es totalmente irregular. Esta dificultad impide que se cumpla con la norma sugerida de lavarse las manos constantemente para evitar un riesgo de contagio.

Martínez expresa que lo que más les preocupa a todas las organizaciones de la sociedad civil, es poder seguir acompañando, asistiendo, trabajando en esta emergencia humanitaria que ha ido escalando con esta situación de la pandemia.

Se suma el problema de no contar con barreras epidemiológicas y protocolos de bioseguridad para el personal sanitario.

También se agrega el tema de la movilidad de los médicos. Esto solo se ha garantizado a algunos hospitales.

Pero se quiere que sea para todos los centros de salud, además de los hospitales centinelas porque el traslado para el personal sanitario, las familias que lo requieran y garantizar los protocolos de asistencia médica, de tratamientos y de bioseguridad, es una obligación del Estado.

No vaciló en afirmar que en este momento, los derechos a la salud y a la vida están en riesgo ante la emergencia que estamos viviendo.

El Estado debe dar el primer paso

La activista en derechos de la salud infantil expone que para ser efectivos y eficaces en el abordaje de esta situación sorpresiva, la iniciativa tiene que partir desde el Estado para que convoque a todas las fuerzas vivas, organizaciones nacionales e internacionales.

Es importante hacer el trabajo en red. Recomendó aprovechar la presencia de la UNICEF en el país que ya tiene instalada una arquitectura humanitaria y que si entra en coordinación con instituciones del Estado y de la sociedad civil, la respuesta puede ser muchísimo mejor y más amplia.

«Se necesita que el Estado asuma la movilidad de los pacientes, sobre todo los niños y adolescentes que son prioridad absoluta consagrada en la convención internacional de los derechos del niño, constitución nacional y la Lopna. Para acudir a buscar sus tratamiento. Ir a las farmacias de alto costo. Que habilite unidades de transporte», remarcó Martínez.

Casos que hay que resolver con urgencia

En su narrativa pone el énfasis en varios temas de extrema necesidad.

Uno de esos es el que ocurre en el área de hematología del hospital José Manuel de los Ríos de Caracas, donde se han dejado de atender a 450 niños que estaban en consulta.

Similar panorama se registra en las áreas de oncología y nefrología.

«Pero este tipo de enfermedades no esperan», dice la directiva de Prepara Familia. Van avanzando día a día. «Y si no tienen los tratamientos, los correctivos se pueden complicar aún más».

El objetivo es que puedan recibir los tratamientos completos, con todos los protocolos.

Por ejemplo, en el caso de los niños trasplantados antes del año 2017 (hay que recordar que desde ese año en Venezuela se suspendieron los trasplantes) se necesitan los inmunosupresores y una serie de medicamentos. Este protocolo debe estar garantizado en las farmacias de alto costo.

Una cuarentena que va pa largo

Según los anuncios gubernamentales, la medida de la cuarentena social llegaría hasta el 13 de abril.

Sin embargo, los pronósticos indican que esto se va a alargar. Por eso alerta y propone que hay que hacer un operativo de atención intensiva a través de la llamada arquitectura humanitaria.

«Estamos en una emergencia sobre otra emergencia». Llama a no estar viendo ni colores «ni si somos de una organización u otra. Hay que trabajar todos unidos para que realmente haya una respuesta urgente y humanitaria».

Para articular el trabajo conjunto, los integrantes de las organizaciones no gubernamentales en el ámbito de la salud necesitan de sus respectivos salvoconductos para distribuir insumos y alimentos a las madres cuidadoras en los hospitales, casas de refugio y en sus propias casas de familia.

Recomienda vincular a otras organizaciones como Acción Solidaria, sacerdotes, Cáritas Venezuela y los grupos que venían preparando las ollas solidarias en todo el territorio nacional.

Otro de los casos urgente a atender es el de los niños desnutridos que están encerrados en sus casas y no están recibiendo los suplementos nutricionales.

«La prioridad son las personas. Los más pobres. En una emergencia de este tipo la gente no se puede quedar sola», apuntó.