Ana Valero, una mujer de 37 años, oriunda de Maturín estado Monagas, anda bregando desde el 2019, dedicándose a la elaboración de manualidades y diseños de lazos con su emprendimiento Encantos Anita.
Ana es ingeniera ambiental con más de 10 años de experiencia en la industria petrolera, además de otros empleos de su profesión. Sin embargo, cuando su hija era pequeña, descubrió su pasión por la elaboración de lazos personalizados y, ante la crisis económica de 2019, decidió convertir este hobby en un negocio.
Con el apoyo de sus compañeros de trabajo, quienes se convirtieron en sus primeros clientes, Ana logró hacer crecer su emprendimiento. Hoy en día, sus productos son reconocidos por su calidad y originalidad.
“Inicié en 2019, como muchos emprendedores, impulsada por la situación del país. Fue un choque, ya que me habían criado para estudiar y trabajar en una empresa, a pesar de estar rodeada de personas que hacían arte con sus manos. Ellos querían que me enfocara en mis estudios y así lo hice. Cuando inició todo en 2019, dije: ‘¿Y ahora qué hago con mi bebé?’. Allí empecé a elaborar lazos para mi hija, Lucía. Mis compañeros de trabajo fueron mis principales clientes. Inicié sin pensar en hacer de esto un negocio, solo lo hice por mi hija y así comencé a vender”, contó Ana.
Creatividad en tiempos de cambio
Un año después de que Ana iniciara su emprendimiento, la pandemia de Covid-19 representó un desafío inesperado.
La cuarentena redujo drásticamente la demanda de sus productos. Sin embargo, demostrando gran ingenio, se reinventó y comenzó a confeccionar tapabocas personalizados, aprovechando su habilidad manual y los materiales disponibles. Esta nueva línea de productos no solo le permitió sortear la crisis, sino que también le abrió las puertas a un nuevo mercado.
“La pandemia me obligó a reinventarme. Sin trabajo y en un nuevo sector, las ventas de lazos se detuvieron por el confinamiento. Para adaptarme, expandí mi oferta a toppers, arreglos, cajas, etiquetas, flores de papel y mariposas. Además, doy talleres para enseñar este arte a niñas y adultas, enfocándome en las niñas por el vínculo especial que crean las manualidades, potenciando su creatividad y autoestima. Así nació todo lo que hoy ofrece mi negocio”, explicó.

Esta monaguense sacó a relucir su capacidad de resiliencia y además asumió el reto de tener un negocio propio que le ha permitido independizarse y crecer en esta zona.
Ana ha logrado consolidar su empresa: con Encantos Anita evidenció que la persistencia y la motivación son claves para poder triunfar en un nuevo emprendimiento en medio de cualquier circunstancia.
Esta historia forma parte del seriado En La Brega, un especial de Radio Fe y Alegría Noticias sobre los miles de ciudadanos que diariamente están bregando en una Venezuela que sueña con un país distinto.