Anabel Arenas, una mujer de 50 años de edad, residente del municipio San Felipe del estado Yaracuy, lleva más de 5 años dedicándose a la promoción de la agroecología y el turismo.
Anabel es licenciada en comunicación social y técnico superior universitario en recursos naturales renovables. Actualmente se desempeña en ambas carreras, pero debido a la situación económica que atravesaba Venezuela entre los años 2017 y 2018, tomó la decisión de iniciar un emprendimiento propio con el fin de conseguir mejores condiciones económicas.
A pesar de las adversidades que golpeaban al país, esta yaracuyana vio una oportunidad para emprender y obtener una nueva fuente de ingresos. Es así como en 2018 inició su propio negocio, al que nombró ‘Jardín Agroturístico Mis Bendiciones’, aprovechando los 300 metros cuadrados de su terreno para sembrar distintos productos.
“En una oportunidad compré un terreno y allí mismo comencé a sembrar distintos rubros, y decía que en algún momento tendría algo turístico. Pero en una ocasión unos amigos me invitaron a un evento de emprendedores donde conocí la historia de una amiga que me inspiró a comenzar con mi emprendimiento; esa noche no pude dormir pensando en qué podía hacer en los 600 metros cuadrados que tiene mi terreno. Al día siguiente le coloco el nombre de ‘Jardín Agroturístico Mis Bendiciones’”, contó Anabel a Radio Fe y Alegría Noticias.
Los retos de Anabel
Para Anabel Arenas, los retos más difíciles que ha tenido que enfrentar en su negocio han sido abrir las puertas de su hogar al público, debido a que es una mujer reservada.
También asumió como un reto el dejar su trabajo como funcionaria pública en el sistema de control fiscal en Yaracuy después de 20 años de servicio, ya que en ocasiones se le hacía difícil atender a los clientes que querían visitar su jardín.
“Un día dije: ‘no quiero seguir sentada en una oficina trabajando 8 horas’. Aunque donde trabajo me gusta hacer mi trabajo al 100 % con amor y dedicación, pero también dije que necesitaba dedicarme completamente a mi emprendimiento porque en ocasiones me llamaban personas para visitar mi jardín y no los podía atender”, explicó Anabel.
Con la llegada de la pandemia del COVID-19 y las medidas de confinamiento impuestas por las autoridades, esta mujer sacó su capacidad de resiliencia y no se rindió ante las adversidades vividas en 2020.
A pesar de que Anabel no podía abrir su emprendimiento al público por los mecanismos de bioseguridad, continuó con la siembra de distintos productos, la elaboración de vino artesanal y arepas de plátanos sazonadas con hierbas de su jardín para la comercialización y auto sustentabilidad del negocio.
Anabel ha logrado consolidar su empresa. Esta mujer sacó a relucir su capacidad de resiliencia, además asumió el reto de tener un negocio propio que le ha permitido independizarse y crecer en esta región, y apoyar en el desarrollo del país con la agroecología y el turismo.
Anabel Arenas, con su emprendimiento ‘Jardín Agroturístico Mi Bendiciones’ es prueba de que la persistencia y la motivación son claves para poder triunfar en un nuevo emprendimiento.
Esta historia forma parte del seriado En La Brega, un especial de Radio Fe y Alegría Noticias sobre los miles de ciudadanos que diariamente están bregando en una Venezuela que sueña con un país distinto.