Luego de recorrer el país visitando apresuradamente las instalaciones que la Compañía de Jesús mantiene en Venezuela, que a pesar de la crisis y la recesión… son muchas, el padre Arturo Sosa dejó casi para el final de la primera visita oficial que nos hace desde que fue elegido Prepósito General… al Colegio San Ignacio que cumple 100 años.
Y este jueves tuvo varias reuniones en la vieja casa de estudios donde una vez fuimos compañeros… en una de ellas, la que se suponía más concurrida y que extrañamente no llenó ni la mitad del Salón de Actos… tuve la suerte de asistir a una especie de conversación donde aparte de la gran capacidad del padre Sosa para evitar manipulaciones… quedó patente lo difícil que será para nuestra Iglesia y en especial para los Jesuitas… ser útiles en un medio estupidizado por la polarización que tanto daño le ha hecho a la sociedad venezolana.
Arturo tuvo como contrapartes en su conversación que fue extraordinaria, a dos periodistas conocidos por lo radical de sus militancias y por ser intolerantes con quienes piensan distinto: Macky Arenas y Román Lozinski.
Los dos comunicadores me pareció que ponían caras de inconformidad cada vez que intentaban hacer resbalar al General de los Jesuitas, quien evitó con gran inteligencia las insinuaciones en contra a sus reiterados llamados al perdón, al reconocer al “otro” y a la Justicia.
Evidentemente contaminado con el argot politiquero Lozinski preguntó por “el plan” que Arturo Sosa supuestamente habría presentado al resto de los jesuitas… antes de ser designado como Prepósito General.
A esa pregunta necia yo habría respondido que no se trata de una elección… con campañas electorales y programas… algo que extrañamente Román no le exige a ninguno de los candidatos a primarias… pero Arturo fue mejor.
Simplemente le recordó sin mencionarlo que la Compañía de Jesús aunque solo depende del Papa… es parte de la Iglesia y su plan es el mismo… evangelizar a través de la educación en este caso, que por cierto Arturo, conocedor de la historia, reconoció había mejorado por vía a la masificación… desde el general Juan Vicente Gómez… pasando por Betancourt –elogió a los adecos lo que provocó cara de “no entiendo” de parte de Eduardo Fernández que por allí andaba.
Arturo defendió la independencia del Papa Francisco quien desde que fue designado obispo hace muchas décadas, se desligó del voto Jesuita.
Pero lo más importante a mi entender fue la opinión de quien acaba de visitar todos los institutos y seminarios de los Jesuitas en Venezuela… cuando ante la evidente incomprensión de los entrevistadores… dijo que en ningún caso vio caras largas o quejidos… sino una juventud contenta… dispuesta a trabajar y con él “esto pasará” como lema.
Para quienes se creen mejores ciudadanos porque han estudiado en colegios religiosos y por ende mejores católicos… Arturo dejó una reflexión cuando dijo “¿Cuántos jesuitas venezolanos tenemos hoy día?”… recordando que no puede haber Iglesia sin curas y menos colegios jesuitas… sin jesuitas.
Alguien recordó que “hay laicos” pero el padre Sosa le aclaró que los laicos tienen su papel… y que no están para llenar un hueco… hasta hizo chiste con el caso de Arturo Peraza actual Rector de la UCAB… a quien llamó “viejo”… aclarando que él es más viejo y que Venezuela requiere sacerdotes jóvenes y del país.
Fue una gran demostración de cultura y claridad que pocos tuvimos ocasión de escuchar en vivo… cuando se marchaba lo saludé y le dije “no dejen que la Iglesia se meta en las primarias”… con lo cual Arturo se sonrió como lo hacía cuando fuimos condiscípulos en el CSI.
Al fondo se escuchaba el sonar de una lira… con lo cual me marché envuelto en nostalgia por los buenos ratos que en ese centenario colegio una vez pasé… Arturo Sosa es uno de los grandes venezolanos vivos.
Domingo Alberto Rangel es historiador y escritor venezolano.
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