Cada 24 de agosto se celebra el día del baile de la Yonna, una forma de expresión artística reconocida en el mundo de los wayuu. Es una danza que reviste movimiento, música, combinación de colores y formas sobre la piel.
La danza es conocida por la vistosidad y el intenso color que supera al árido ambiente de la Guajira. Se trata de una de las expresiones culturales más cargadas de simbolismo que llama a una convivencia entre el ambiente y el ser humano.
Algunos antropólogos la denominan un «rito comportamental» de múltiples connotaciones entre el equilibrio social, solidaridad colectiva y relación entre el cosmos y el hombre.
Expertos del baile identifican varios pasos en la ejecución de cada uno de los movimientos del Yonna.
Uno de los míticos relatos entorno al Yonna sitúa a una deidad masculina capaz de fecundar a las wayuu con sólo rozar el cuerpo de la fémina.
Es habitual que cuando un hombre no es del agrado de la mujer, ésta apura los pasos hacia el hombre para hacerlo caer.
En caso contrario, si le agrada, el baile puede extenderse por un rato considerable, lo cual es una señal de algún tipo de interés.
Pasos del baile de la Yonna
Samutkuya (paso del gallinazo), Mushalekuaya (paso del Caricia), Jayumulerkuaya (paso de la mosca), Karaykuaya (paso del alcaraván), Chocokuaya (paso del trompo), Jeyukuaya (paso de la hormiga), Petkuaya (paso de la perdiz), Anuwanakuaya (paso del rey del gallinazo), Wainpiruaikuaya (paso de la paraulata) y Wawachikuaya (paso de la torta).
Los wayuu es uno de los pocos pueblos indígenas de Venezuela que por la ubicación geográfica de su zona de residencia tienen doble nacionalidad reconocidos así tanto por el Estado colombiano como por el venezolano.
