Bajo las aguas están comunidades de La Trinidad de Orichuna en Apure

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La Trinidad de Orichuna
Cortesía

Las fincas y pequeñas parcelas ubicadas en la margen derecha de la troncal 19, en el trayecto de la Y de Dayco, hasta cerca de la población de Elorza del municipio Rómulo Gallegos de Apure, están afectadas por inundaciones.

Unas 60 familias de los diversos sectores tienen en sus casas las aguas del río Arauca y del Caño Orichuna. Algunos de ellos contaron a Radio Fe y Alegría Noticias que han tomado la carretera como refugio para sus familias y animales.

El cementerio del pueblo se encuentra tapado por el agua, lo cual dificultó este lunes 25 de julio el sepelio de un habitante de la zona: entre el agua y como pudieron, sus familiares le dieron el último adiós.

“Tenemos todo este mes afectados por el agua. Primero inició en los patios y ahora tenemos la casa rodeada. Afuera el agua nos da a la rodilla. Por esta costa de la carretera nacional todo el mundo está inundado”, expresó José Coirán a Radio Fe y Alegría Noticias.

Los afectados por estas inundaciones en el municipio Rómulo Gallegos del estado Apure manifestaron que las autoridades han hecho recorridos, levantando censos. Sin embargo, las ayudas no han llegado a las familias damnificadas. Entre las necesidades prioritarias que solicitan atender están las de la donación de alimentos, chinchorros, mosquiteros, botas plásticas y creolina para espantar las culebras.

“No hallamos dónde dormir. El agua ya se nos metió en las casas, los chinchorros ya no dan mucho por la humedad y no se aguanta la plaga que nos pica a toda hora. Nos dicen que nos van a ayudar, pero nada. Ojalá nos puedan conseguir unas planchas de zinc para instalarnos en la carretera”, manifestó Pedro Ceferino, otro habitante del sector.

Hasta el momento no se han dispuesto de albergues para el traslado de las familias inundadas en la zonas ubicadas a la afueras de la Trinidad de Orichuna.

El casco central de la población no ha sido afectado por las inundaciones. Algunos vecinos están dispuestos a movilizar parte de su familia a sitios más seguros mientras bajan las aguas para evitar el riesgo de picaduras de serpientes, que por estos días abundan en los patios producto de la inundación.

El agua que se desbordó por todo el eje carretero viene acompañada de un olor putrefacto; los damnificados están preocupados por las consecuencias que puede traer el vivir en esas condiciones.

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