Buscan comida en las calles de Puerto La Cruz

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Foto: José Félix Millán

En Puerto La Cruz, la vida se hace cada vez más difícil para el que solo vive de un sueldo mínimo.

Con la llegada del Coronavirus al país, el incesante encarecimiento de la vida frente a un salario básico que pone por debajo de las necesidades básicas de los que no tienen otra fuente de ingreso, ha obligado a vivir en la calle a algunos portocruzanos que simplemente no tienen para alquilar un inmueble o no cuentan con un lugar a donde ir.

Las calles de Puerto la cruz se convierten en el hogar y los cartones en las camas  de personas que aseguran jamás haber estado en situación de indigencia.

En un recorrido realizado por Radio Fe y Alegría Noticias por las calles de Puerto La Cruz, se pudo visualizar en grupos dispersos, al menos a 12 personas en situación de calle o indigencia, algunos de ellos con un trabajo estable de salario básico.

En el primer trimestre de este año, según cifras dadas a conocer por el expresidente de Fedecámaras, Vicente Brito, el desempleo en Anzoátegui alcanzó un 13%.

Puntualizó que de 600 mil empleos generados por la empresa privada para mediados del mes de marzo, se contaban actualmente solo con unos 300 mil, situación que refirió en su momento. se extendía a otros estados del país.

Son cifras que se estima se hayan incrementado con la paralización del sector empresarial y comercial, medida decretada por el estado de emergencia nacional para evitar la propagación del Coronavirus

Asalariado en indigencia

Foto: José Félix Millán

Carlos Salazar es un septuagenario que cuenta con un solo ingreso Trabaja como vigilante en un edificio de la localidad y su salario básico no le alcanza para pagar un alquiler y mucho menos para cubrir sus necesidades de alimentación.

Su día comienza aproximadamente a las 3:30 de la mañana, se dirige a una tanquilla de agua blanca cercana a la terminal de Puerto La Cruz para asearse y esperar que comiencen las primeras ventas en el mercado para rescatar del piso los retazos de verdura y los vegetales caídos. Luego de eso, come lo que puede y se va a trabajar.

  • ¿Cuánto es lo más que ha pasado sin comer?
  • A veces paso un día, un día y medio sin comer, pero yo sé que más adelante consigo una sardinita o pan. En el mercado también consigo, buscando…  una verdurita en el suelo o un tomatico  para poder alimentarme.
  • ¿Qué edad tiene usted señor?
  • Tengo 70 años, nací el 25 de Abril de 1950.
  • ¿No le da miedo dormir en la calle con la situación del Coronavirus?
  • Sí, sí me da miedo pero le pido a Dios que cambie esta situación.

Cuenta con casa pero no con sustento

Foto: José Félix Millán

Así como el caso de este adulto mayor, Radio Fe y Alegría Noticias pudo conversar con un joven padre quien, a pesar de contar con un techo propio, el hambre lo ha obligado a recorrer las calles de Puerto La Cruz antes y durante la pandemia para hurgar en la basura en busca de alimento para él y su familia.

  • ¿A qué te dedicabas antes de la cuarentena?
  • Trabajaba albañilería con mi papá, pero ahorita por esta situación qué trabajo vamos a estar teniendo. Mi papá también a veces sale por ahí a ver que consigue. Para no estar haciendo cosas malas, prefiero buscar en la calle.
  • ¿Cuánto tiempo tienes revisando la basura para poder sobrevivir?
  • Como seis meses. Antes salían unos tigritos por ahí con mi papá y era que uno se medio podía comer algo bien, pero ahorita, ¿Cómo hago?
  • ¿Cuántos hijos tienes tú?
  • Oye, tenía dos pero uno se me murió y me que solo el de 1 añito y 11 meses.
  • ¿Llegan las cajas CLAP al sector en el que vives?
  • Las bolsas tenían que llegar el 28 de abril y todavía no han llegado. Tenía que venir también el pollo y la carne y tampoco ha llegado. Tiene como dos meses que no llega la bolsa.

Según el testimonio de este joven, la comida que consiguen entre los desechos la comparten entre los que se encuentran en la misma situación.

Servidores sociales

Sin embargo, a pesar de las dificultades que ha traído para muchos la llegada del virus al país, hay quienes buscan generar soluciones y contribuir con el más necesitado.

Tal es el caso de las servidoras católicas del refugio Divina Misericordia, ubicado en la ciudad de Puerto La Cruz, quienes se han encargado de proveer alimento gratuito a las personas que más lo necesitan.

Antes de la pandemia garantizaban una comida al día a más de 200 personas en situación de calle o indigencia, labor que se ha visto mermada por la interrupción del subsidio gubernamental, viéndose minimizada la obra de dar comida al hambriento en esta cuarentena

La vocación de servicio no es suficiente para continuar con la obra de quienes no tienen qué comer. Para ello, es necesaria la contribución de quienes estén en posición de hacerla.

Todos aquellos que sientan sensibilidad por este tipo de labor pueden contribuir con víveres o realizar aportes dirigiéndose a la calle Los Cocos del Sector Los Yakes de Puerto La Cruz o ponerse en contacto a través del número 0424-8182889.

En estos tiempos de dificultad los más necesitados claman por la empatía y la solidaridad de una mano amiga. Para vivir en un país mejor es necesario poner en práctica el apoyo desinteresado y el amor al prójimo. Ese es el mejor aporte para una mejor sociedad.