Barquisimeto, ciudad inmersa en basura

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Foto referencial web

Los servicios públicos en el municipio Iribarren del estado Lara han ido colapsando progresivamente con la llegada de la pandemia por la COVID-19.

Tal es el caso en el servicio de recolección de desechos sólidos que se ha convertido en un dolor de cabeza para los iribarrenses, quienes aseguran actualmente los camiones del Instituto Municipal de Aseo Urbano y Domiciliario de Barquisimeto (Imaubar) o la empresa dedicada al saneamiento ambiental especializada en la recolección de residuos sólidos y limpieza urbana (Fospuca), contratada por el gobierno municipal, han disminuido la frecuencia en el recorrido por los sectores populares de la ciudad.

Esto ha hecho que los ciudadanos transiten por las calles en medio de montículos de basura.

Una gran cantidad de desperdicios son acumulados en las vías principales de los diferentes sectores, situación que preocupa a los habitantes del municipio Iribarren, quienes en medio de la cuarentena social, han tenido que ingeniárselas para mantener sus áreas aseadas ante los riesgos que implica adquirir enfermedades en medio de la situación sanitaria y de la COVID- 19.

Cabe destacar que los ciudadanos manifiestan no conocer el cronograma sobre la recolección de desechos sólidos y no se conoce de campañas de sensibilización en el tema de reciclaje y del cuidado de los espacios públicos por parte de los entes municipales.

En la comunidad La Carucieña, al oeste de Barquisimeto, los vecinos manifiestan que tienen una semana sin ver a los camiones recolectores de basura por las calles.

Alcides Pérez, veedor ciudadano del Observatorio Ciudadano «La Gente Propone» del Cesap en Lara, dijo que el servicio de recolección de desechos sólidos no ha sido estable durante este tiempo de pandemia. La flota de camiones no es suficiente para cubrir la demanda en toda la parroquia Ana Soto.

 “Al no pasar los camiones, la gente deja la basura en su casa o la lleva hasta el terreno que queda en el mercado municipal de La Carucieña. Reconozco el esfuerzo que hace la empresa Imaubar, pero no es suficiente”, añadió.

El mercado se ha convertido en una especie de vertedero comunitario. Incluso algunos habitantes manifiestan que han optado por solicitar el apoyo a dos jóvenes de la comunidad, quienes por el intercambio de un kilo de comida, depositan en el terreno las bolsas con los desechos sólidos.

Cuando finalmente pasa el camión, solo hace el recorrido por las avenidas principales de la comunidad, dejando sin el servicio a las familias que residen en las calles transversales.

Insectos asedian a las comunidades

La decadencia en la prestación del servicio de aseo urbano en distintos sectores de la ciudad crea un ambiente propicio para la proliferación de moscas, zancudos e incluso se han avistado serpientes en las adyacencias de las comunidades. Lo cual genera aún más preocupación en los habitantes quienes ya enfrentan las consecuencias de vivir con un alto foco de contaminación.

Trastornos gastrointestinales y afecciones en la piel son parte de las enfermedades que manifiestan los habitantes de la Urbanización Rafael Caldera, en el oeste de Barquisimeto, siendo los niños y adultos de la tercera edad los más vulnerables a contraer dichas afecciones.

“En la comunidad hay personas que se han visto complicadas de salud debido a la acumulación de basura cercana a su hogar. Hemos tenido casos que han sido llevados hasta el centro de salud para ser atendidos”, expresó Idmy Leal, veedor ciudadano la referida urbanización.

Quienes habitan en este sector se ven obligados a vivir en esta situación en la que lejos de ver una pronta solución, consideran que la misma se agudiza cada día, por lo cual solicitan mayor atención por parte de las autoridades regionales y municipales para la atención en la recolección de los desechos sólidos en Barquisimeto.  

Comercios pagan más por el aseo urbano que por alquiler

Los dueños de establecimientos comerciales en Barquisimeto manifestan que se ven afectados ante las costosas tarifas que deben pagar por este servicio que, a su juicio, no se presta como debería.

Las tarifas que acumulan los comercios desde comienzo de año oscilan entre 600 y 1.500 dólares mensuales, lo que representa un costo por encima del alquiler del local.

Imaubar, empresa encargada del servicio en el municipio Iribarren, aseguró en una reunión con Fedecamaras Lara y demás organizaciones, que revisará las estructuras de costos con la condición de que los establecimientos comerciales paguen la deuda acumulada entre julio y diciembre de 2019.