En la Comunidad Penitenciaria Fénix Lara los presos tienen un tobo de 15 litros para orinar y utilizan bolsas plásticas para hacer sus necesidades, de acuerdo a un reciente informe publicado por el Observatorio Venezolano de Prisiones.
“Tenemos dos tobos de 15 litros cada uno que usamos para orinar y nuestras necesidades las hacemos en bolsas plásticas porque no hay un baño”, dijo un recluso. Estas bolsas las mantienen dentro de las prisiones porque, según él, para botarlas hay que rogarles a los custodios.
“Estamos comiendo y durmiendo con esos olores y nosotros estamos todos hediondos en cualquier momento agarramos una bacteria, una tuberculosis o cualquier infección”, expresó.
Los presos de este recinto además están en cuartos aislados donde tienen una pequeña ventana, pero no lo suficiente para respirar por el hacinamiento que hay: en un espacio para al menos diez personas, hay hasta veinte.
Tapar la realidad
Carolina Girón, directora del OVP, afirmó que el Ministerio de Asuntos Penitenciarios “ha querido tapar la realidad” que denuncian tanto reclusos como familiares.
En ese sentido, afirmó que la organización que representa denunciará esta situación ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
