Borges en el exilio, Requesens preso y Guaidó libre: a tres años del intento de magnicidio

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El intento de magnicidio contra el presidente Nicolás Maduro quedó registrado a las 5:41 de la tarde del 4 de agosto de 2018, durante un desfile por el 81 aniversario de la fundación de la Guardia Nacional Bolivariana en Caracas.

Guaidó es el único de los señalados que sigue en Venezuela y libre, aunque con acusaciones por varios delitos que pueden sustentar en algún momento su detención.

En primera instancia, el gobierno de Maduro señaló a Guaidó como el firmante de un documento donde también está el jefe de la Operación Gedeón, el exboína verde de EE.UU. Jordan Guodreau.

La presunta relación de Guaidó con los ataques armados en Venezuela dio un nuevo giro luego que el gobierno de Maduro asegurara que las investigaciones del asesinado del presidente de Haití Juvenel Mouse, ocurrido el 7 de julio de 2021, revelaron su presunta vinculación con la empresa contratista de mercenarios y los hechos relacionados con la Operación Gedeón y el magnicidio frustrado en Venezuela.

Estados Unidos ha sido el bastión de defensa del dirigente opositor, ficha clave para el gobierno de Biden en su presión internacional y nacional contra Maduro.

Guaidó, cuestionado por un sector de la oposición contraria a abrir rendijas de acercamiento y diálogo con el gobierno de Maduro, pugna entre seguir en la lucha por un cambio político en Venezuela a partir de una elección libre y transparente que parece complicarse aún más.

Los movimientos de las piezas políticas que se ajustan y jugar al ritmo que impone Maduro desde el control institucional en Venezuela.

Un intento con tres vértices

El ataque que tenía como objetivo acabar con la vida del mandatario nacional habría sido orquestado sobre una base internacional liderada por Estados Unidos, con la complicidad de Colombia, y un grupo de venezolanos encargados de ejecutarlo en Caracas el 4 de julio de 2018.

Estados Unidos financió, y Colombia prestó facilitó la operatividad y facilidad de todo el proceso de gestación desde el entrenamiento, simulacro, y adiestramiento de los implicados. Por otro lado, un sector de la oposición dentro de Venezuela hizo posible la ejecución del ataque.

«Dos de los presuntos financistas fueron identificados como Rayder Alexander Russo Márquez y del Coronel retirado de la Guardia Nacional Oswaldo Valentín García Palomo, residentes en Colombia. Otro financista, radicado en Estado Unidos (EE.UU.), responde al nombre de Osman Alexis Delgado Tabosky», reseñó VTV.

Julio Borges

El segundo político venezolano señalado por el magnicidio frustrado es el opositor Julio Borges a quien el gobierno de Maduro señaló como el cerebro, el autor intelectual del ataque.

Justamente, dentro del organigrama diseñado por el grupo de Juan Guaidó al asumir «la presidencia encargada» es la designación de Julio Borges como Comisionado presidencial para la Relaciones Exteriores de Venezuela, quien sería el segundo al mando en el escenario internacional.

Tras el retiro del fuero parlamentario sobre Julio Borges el 8 de agosto señalado por el magnicidio frustrado, el gobierno de Maduro emprendió una persecución que lo obligó a huir.

De acuerdo con Jorge Rodríguez, el opositor Julio Borges, tiene una solicitud por la Interpol con la etiqueta de Código Rojo.

Juan Requesens

Después de su detención, Juan Requesens señaló directamente a Julio Borges: “Desde hace varias semanas fui contactado por Julio Borges, quien me pidió el favor de pasar a una persona de Venezuela a Colombia. Se trata de Juan Monasterios, me contacté con él a través de la mensajería. Yo estaba en San Cristóbal”.

Requesens fue arrestado tres días después de que un dron cargado con explosivos detonara durante un desfile militar presidido por el presidente Maduro el 4 de agosto de 2018.

Desde el 28 de agosto de 2020, el gobierno de Maduro decidió una medida de casa por cárcel para Juan Requesens.

Hasta el 4 de agosto de 2021, Juan Requesens cumplió 1.093 días encarcelado y sin un veredicto definitivo.