Brasil vs. Argentina: la final que no será

194

Brasil o Argentina podrían defender el fútbol sudamericano en la final de Qatar 2022. Los dos no.

El orgullo y el talento de «los del Sur» contra la escuela de Europa. Los cimientos del fútbol mundial contra la escuela de la consagración planetaria: Sudamérica vs. Europa, y ahora también la sorprendente Marruecos.

Antes de que iniciara la Copa del Mundo, los fanáticos del cono sur y, tal vez de otras partes del planeta, esperaban un posible choque de Brasil y Argentina en la final del torneo. Sería un duelo entre Lionel Messi y Neymar Jr; entre la Escaloneta y la Canarinha de Tite.

La bestialidad y la genialidad brasileña, contra el grupo compacto que mejora en cada partido y vuelve a sus cimientos y al estilo que lo llevó a hilar 36 partidos de victorias consecutivas.

Sin embargo, desde que iniciaron los octavos de final, los cruces de los partidos indican que Brasil y Argentina se enfrentarían en semifinales si ambos llegan a superar los cuartos. Con este esquema, se descarta de raíz toda posibilidad de ver una final entre ambos colosos del futbol de selecciones absolutas de Sudamérica.

Con este panorama todo apunta que Qatar 2022 pondrá frente a frente a una potencia sudamericana contra una potencia europea.

La ruta al choque anticipado

En los octavos de final, Argentina superó a Australia 2-1. Brasil derrotó a Corea del Sur 4-1 de una forma contundente y con un dominio de juego en todas las facetas del encuentro.

Ahora Argentina se enfrentará a la potente selección de Países Bajos, mientras que Brasil será rival de Croacia. Ambos partidos se jugarán el 9 de diciembre.

Los Amazónicos se presentan como favoritos ante una Croacia que no ha mostrado su mejor versión, pero le sobra experiencia y calidad colectiva para ir de a poco sumando mayor volumen de juego cuando se lo propone.

Luego de la hipotética victoria de ambos conjuntos sudamericanos, llegará el momento imposible de evitar. Argentina y Brasil chocarán indiscutiblemente en Qatar 2022.

¿Cómo juegan y a que apuestan?

Brasil y Argentina tiene una derrota cada uno en la fase de grupo. La derrota de Argentina tuvo una mayor connotación porque sucedió en el primer partido del Mundial. De esta manera se interrumpió el hilo de 36 partidos sin perder, y causó alarma y preocupación.

Brasil también probó la capsula de la derrota. Los brasileños cayeron ante Camerún que pese a la victoria contra Brasil quedó eliminada al sumar una victoria, una derrota y un empate para totalizar 4 puntos. Por el grupo H clasificaron Brasil y Suiza.

Brasil demostró que puede cambiar de sistema cuando se lo propone, puede ser un conjunto defensivo y contragolpeador. Esta forma de jugar ya lo probó Tite en amistosos y en el último partido contra Camerún. Las circunstancias eran favorables para probar el sistema, por si en algún momento amerita defenderse y cuidar el marcador.

Pese a su dominio en el juego, en el estilo y en la agresividad en todas las líneas también es autosuficiente encerrándose en su propio campo. Contra Camerún fue un ensayo, pero Tite demostró que no lo descarta.

Contra Suiza, fue un espectáculo de principio a fin. Retornó a la alta presión, velocidad, agresividad en la marca, transición rápida y finalización. Aunado a esto, la creatividad de sus titulares le inyectó más poder al favorito del Qatar 2022. Contra este equipo tendrá que chocar Argentina.

La Albiceleste tiene la clave del éxito contra Brasil

Argentina ya le ganó a Brasil en la final de la última edición de la Copa América el 10 de julio de 2021 en el mismísimo Maracaná, el templo del fútbol brasileño.

La clave estuvo en la marca «pegajosa», disputa absoluta de todos los balones divididos, juego físico y concentración durante los 90 minutos y más, imposición física, achique de todos los espacios, precisión en los pases largos, y efectividad. Así ganó Argentina en la Copa América 2021, y un juego similar aplicó Camerún ante Brasil en Qatar.

Tal vez sea la misma dinámica que puede aplicar Scaloni, y Tite lo sabe. Quizás por eso ensayó el 4-4-2 contra Camerún, un juego distante de la elegancia y más cercano a la selección de Dunga en su etapa con la «verdeamarella».