Camila Acosta vivió un infierno durante cuatro días, después de ser detenida el 12 de julio. Fue un día después de que Cuba viviera una jornada de intensas manifestaciones sociales, que se replicaron en varias regiones del país. ¿Su pecado? Hacer su trabajo.
Acosta es periodista independiente que colabora con Cubanet y ABC de España, y durante el período que fue detenida, estuvo en dos cárceles. Allí sufrió por calor, mosquitos, cucarachas, apenas y podía identificar en qué día estaba, y debía hacer sus necesidades enfrente de otras prisioneras.
“Estaba incomunicada. Algunas reclusas que llegaron días después, nos informaban de que habían ecos de protestas en varias partes del país, pero que habían fallas de internet”, cuenta en entrevista para el programa #ConversacionesFueraDelAire, que se transmite por el canal de Instagram de Radio Fe y Alegría.
Cuando Acosta salió de prisión, el 16 de julio, el internet estaba intermitente. Sólo podía entrar en algunas páginas utilizando VPN. “En los últimos días ha mejorado la situación del internet, sobre todo porque las autoridades cubanas han logrado controlar la situación en el país, infundiendo un terror total”, dijo.
Acosta actualmente está en prisión domiciliaria y se le acusa de desorden público e instigación para delinquir. “Por estos delitos puedo ser condenada a prisión”.
