Camioneros centroamericanos atrapados en frontera Nicaragua-Costa Rica por pandemia

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Foto: AFP

Bajo sol y lluvia, mal alimentados y comprando agua para beber o bañarse, los camioneros de carga centroamericanos han pasado días en la frontera entre Nicaragua y Costa Rica, donde quedaron bloqueados en medio de una disputa regional por las restricciones sanitarias costarricenses ante la pandemia de COVID-19.

El camionero costarricense Mauricio Vásquez declara que «aquí estamos nosotros en medio de la nada, exponiéndonos a que nos estén asaltando, a pestes de moscos, zancudos, arañas, de todo, esto queda para la historia»,cuenta mientras se baña frente a su camión.

Él es uno de los cientos de camioneros estacionados en fila a lo largo de casi 22 km de la Carretera Panamericana que conduce al puesto migratorio de Peñas Blancas, en el departamento fronterizo nicaragüense de Rivas.

El paso se cerró luego que Costa Rica detectó 50 transportistas foráneos con COVID-19 e impuso requisitos de ingreso a su territorio, algo que los transportistas calificaron de «arbitrario».

A la espera de una solución, los conductores se las ingenian para sobrevivir: duermen en los camiones entre zancudos, con riesgo de contraer dengue, compran galones de agua a los lugareños para beber y bañarse y se alimentan de comidas callejeras.

Las arañas, que abundan en la zona, invaden sus camiones, y para hacer sus necesidades alquilan baños o buscan un lugar alejado en el monte, en condiciones insalubres.

El jueves se abrió una esperanza luego que los ministros de Comercio y Salud de Centroamérica acordaron una serie de lineamientos de bioseguridad para el transporte de mercancías para evitar la propagación del virus.

Según ese acuerdo, empresas y conductores quedan obligados a adoptar «buenas prácticas de higiene, equipo de protección personal, limpieza de medios de transporte» y medidas de bioseguridad para el traslado y descarga de las mercancías, señaló el Sistema de Integración Económica Centroamericana (SIECA) en un comunicado.

Realizarán además «detección de transportistas enfermos en los puntos de entrada», y tomas de temperatura y control de síntomas en los puntos de carga y descarga.

«Si el transportista no presenta síntomas de COVID-19 llevará la mercadería a su destino final» pero «no podrá permanecer en el país más del tiempo máximo estipulado por las autoridades», indicaron.

Tras el acuerdo, el gobierno del presidente Daniel Ortega estableció que el tránsito de mercadería costarricense por su territorio se realizará bajo custodia policial, que los camioneros no podrán estar en Nicaragua más de tres días y deberán permanecer en el depósito aduanero antes de retornar a su país.

Las restricciones son similares a las que adoptó Costa Rica, que originaron el descontento de los camioneros en la frontera y se enmarcan en el acuerdo del jueves, que indica que cada país centroamericano podrá regular el tiempo y forma de tránsito de los camioneros por su territorio.

Mientras los acuerdos se ponen en marcha, voluntarios de la Cruz Roja nicaragüense realizan en la frontera controles sanitarios a los conductores de los camiones, que han expresado su temor de contraer el virus, por el repunte de casos en Nicaragua.

«Tenemos casi 15 días de estar aquí y no ha salido ningún tráiler con COVID», celebra el costarricense Vásquez.

Para el camionero guatemalteco Sergio Pérez, la espera ha sido un fastidio.

«Mire como estamos aquí… no hay ni baño para ir a hacer uno sus necesidades», reclama.

El miércoles, las tensiones en la frontera se agravaron cuando camioneros nicaragüenses bloquearon el acceso de vehículos particulares procedentes de Costa Rica para presionar por una solución.

Cerca de 90% del comercio entre los países centroamericanos se moviliza por transporte terrestre.

Con información de AFP