Canasta alimentaria en El Nula aumentó a mil millones de bolívares

158
Foto: José Leonel Gutiérrez/Radio Fe y Alegría Noticias

El CENDAS, adscrito a la Federación Venezolana de Maestros, publicó este martes que la canasta básica alimentaria venezolana subió a 300 dólares en el último mes. Ante este anuncio, varias familias en El Nula, en el Alto Apure, aseguran que esto se traduce en esta región fronteriza en más de 1 millón de pesos colombianos, es decir, unos mil millones de bolívares al mes.

Sin embargo, en esta población venezolana el promedio de lo que gana un trabajador es de 300 mil pesos. En una semana «comprando lo básico para medio alimentarnos gastamos como 200 mil pesos», contó a Radio Fe y Alegría Noticias una maestra de una escuela pública.

Explicó que los alimentos básicos que en su familia pueden adquirir son unas papas para «preparar un caldo para el desayuno, unas panquecas y un agua miel».

Con respecto a los almuerzos la educadora reveló que «son muy pocas las veces que podemos comprar carne, por lo general completamos con arroz, plátanos y ensalada».

De su mesa también desapareció el pollo, el pescado, «porque sus precios están muy elevados». Lo que indica entonces que su familia no está consumiendo la suficiente proteína.

Otra de las consultadas, también maestra, refirió que «con nuestro sueldo de docente en Venezuela no llegamos ni a 40 mil pesos mensuales, porque el bolívar se devalúa cada día más, lo que gano mensualmente solo me alcanza para comprar unas verduras solamente».

Los otros productos y alimentos, como víveres y frutas, solo los puede comprar si realiza otro tipo de trabajo para ganar en moneda colombiana.

«Y al comprar tienes que hacerlo con un cuarto de kilo o a lo sumo medio de kilo de cada cosa para que te alcance», admitió la educadora. Según sus cuentas para medio comer bien su familia necesita entre 300 mil y 400 mil pesos colombianos a la semana, unos 350 millones de bolívares.

Las dos educadoras admiten que su situación es un poco mejor que la que viven otras familias. «Hay personas que muchas veces pasan el día en claro, es decir, no tienen qué comer».