En la zona del Catatumbo, entre Colombia y Venezuela, los grupos armados siguen enfrentados y la población civil sufre desplazamiento forzado.
En los últimos diastólico, más de 11.000 personas cruzaron la frontera hacia Venezuela buscando refugio y protección.
Desde Machiques, en el estado Zulia, Cáritas pide a la ciudadanía activar la solidaridad para atender a los desplazados.
A través de un mensaje a la colectividad, la organización de la Iglesia Católica pide alimentos, medicamentos y artículos de aseo personal para las personas que llegan a las iglesias de la zona.
Desplazados en Machiques
En el mensaje, Cáritas detalla que son 183 las personas refugiadas en las iglesias de los municipios Jesús María Semprún y Catatumbo. Entre ellos se destacan 72 niños, 79 mujeres y 32 hombres que están sin nada.
En este contexto, Cáritas pide actuar “con calidad humana y cristiana, como nos anima el evangelio”, para ayudar a los desplazados.
Cáritas Diocesana ya coordina el envío de “artículos de limpieza para el refugio, filtros artesanales, pastillas purificadoras de agua, artículos de higiene personal, revisión medica, y medicamentos”.
¿Qué pasa en la zona del Catatumbo?
El pasado lunes, el presidente de Colombia, Gustavo Petro declaró estado de conmoción interior por la violencia desatada en la región del Catatumbo.
En los últimos días, enfrentamientos entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dejaron más de 80 muertos.
Petro le dijo además al ELN que “la revolución solo se puede hacer con el pueblo y sin violencia”.
“Es la paz la bandera revolucionaria porque es la bandera de la vida (…) El copamiento militar siempre se desarrollará con la transformación económica de las regiones bajo violencia”, dijo Petro.
Desde el jueves 16 de enero, se registran varios combates entre integrantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y la disidencia de las FARC en la región del Catatumbo, al norte de Santander, en Colombia.
Del total de víctimas mortales, la Defensoría resaltó que están siete firmantes de paz, así como el líder social Carmelo Guerrero de la Asociación por la Unidad Campesina del Catatumbo.
Igualmente, la entidad reportó que en estos municipios se presentan confinamientos, así como el abandono de múltiples familias que huyen de sus residencias por el miedo y zozobra que generan los enfrentamientos por este conflicto entre el ELN y la disidencia de las FARC.
La Defensoría también indicó que rescataron a muchas personas, otras salieron en caravanas terrestres, moto o por río. “Muchas personas, entre ellas firmantes de paz, líderes sociales y sus familiares, e inclusive niños y niñas, enfrentan un riesgo especial de ser secuestradas o asesinadas debido a los señalamientos del ELN”, indicó el organismo colombiano.
WOLA exige fin a la violencia en el Catatumbo
La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) exigió recientemente que se ponga fin a la violencia que se registra desde hace días en el Catatumbo.
WOLA se unió a organizaciones como la ONU y la Defensoría del Pueblo de Colombia para que estos hechos violentos culminen y se aborde la crisis humanitaria en la región.
Según una nota que publicó la organización en su sitio web, “el gobierno nacional y otros gobiernos de la región deben actuar de inmediato para rescatar a quienes están atrapados en medio de la violencia y proporcionar ayuda humanitaria urgente”.
“Todos los grupos armados deben respetar el derecho internacional humanitario y permitir que ayuda humanitaria llegue a quienes lo necesitan”, agregó WOLA.
Hablan las víctimas
Dos víctimas de esta situación que ocurre en el Catatumbo revelaron a un medio de comunicación lo que están viviendo:
“Nunca me esperé que me iba a conseguir con esto. Me siento agradecida porque siquiera nos están dando refugio y la guardia está pendiente de nosotros, así como también la policía”, expresó una madre de ocho hijos, cuya familia en total la integran unas 26 personas.
Mientras que otra persona expresó que la desalojaron de su hogar de una manera inhumana. “Allá nos dieron la orden de desalojar a las 24 horas sea venezolano o colombiano. Lo dejamos todo allá, porque el que se quedara lo iban a masacrar. Hay un conflicto del grupo de los elenos (ELN) con las FARC peleando el territorio”, dijo.
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