CIDH dice estar preocupada por casos de Covid-19 en calabozos y cárceles del país

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Una de las áreas internas del Helicoide

No había pasado mucho tiempo de la noticia sobre la muerte de Erick Echegaray, preso en la sede del SEBIN en El Helicoide, cuando la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se pronunció sobre las condiciones de salud en las cuales se encuentran las personas detenidas en los calabozos de la policía política.

En concreto, la CIDH expone su alta preocupación por el el gran riesgo que corren estos ciudadanos de contraer el Coronavirus debido a que están recluidos en celdas sin agua, ventilación ni luz solar. Tampoco tienen contacto con sus familiares y no se les permite atención médica.

“La CIDH recuerda al Estado venezolano que, en su posición de garante, tiene el deber de proteger los derechos humanos de todas las personas bajo su custodia, incluyendo la salud de los privados de libertad”, expresó en su cuenta oficial de Twitter.

Este viernes 7 de agosto tanto el diputado a la AN José Manuel Olivares como el ex comisario policial Iván Simonovis informaron que Erick Echegaray habría muerto por Coronavirus, tras una complicación respiratoria que se le presentó ese mismo día.

Olivares, que salió en defensa de los llamados presos políticos, asegura que «ya es suficiente horror que se les prive ilegítimamente de su libertad como para que además se les condene a muerte sin atención médica. Exigimos la liberación de todos los presos políticos, son inocentes que están hacinados e indefensos frente a la pandemia”.

Por otro lado, el activista de derechos humanos Humberto Prado aseveraba este viernes que en diferentes centros de reclusión de las policías y comandos militares del país habría 49 privados de libertad contagiados de Covid-19.

Encendía las alarmas al indicar que los centros penitenciarios pudieran convertirse en un nuevo focos de contagios en Venezuela debido a la precariedad sanitaria de sus condiciones y su hacinamiento.