El gobierno de Colombia anunció la suspensión del cese al fuego bilateral en los departamentos del Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo, donde operan las disidencias conocidas como Estado Mayor Central (EMC) de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La decisión se tomó en respuesta al asesinato de cuatro menores indígenas reclutados por esta guerrilla, una acción que conmocionó al país.
En un comunicado emitido por el presidente Gustavo Petro, Colombia dejó en claro que el cese bilateral que había actualmente con el grupo armado “se suspende y se reactivan todas las operaciones ofensivas. Estas actuaciones serán realizadas bajo el respeto de los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario. La decisión se hará efectiva en las próximas 72 horas”.
Esta medida contundente refleja la postura del gobierno frente a la grave violación del Derecho Internacional Humanitario por parte de las disidencias de las FARC, así como otros hechos que generan incertidumbre y zozobra en la población. El presidente Petro enfatizó la importancia de proteger la vida y la integridad de todos los ciudadanos, y destacó que la suspensión del cese al fuego es necesaria para garantizar la seguridad de la población en estos territorios.
Además, el comunicado revela que se convocó a los delegados del EMC-FARC en el mecanismo de monitoreo para informarles sobre esta decisión, pero estos se excusaron de asistir. Como siguiente paso, el gobierno anunciará los nombres de los integrantes para los diálogos con las disidencias del Estado Mayor Central de las FARC con el objetivo de iniciar de manera perentoria la fase de diálogos.
El asesinato fue “una bofetada a la paz”
La Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (Opiac) fue el ente que denunció que miembros del frente Carolina Ramírez perpetraron un reclutamiento forzado de un joven menor de edad en la Comunidad de Guaquira, perteneciente al pueblo indígena Murui. El joven logró escapar junto con otros tres menores, pero en el intento de huida fueron asesinados.
Según la Opiac, el 17 de mayo de 2023 en horas de la tarde, los funcionarios públicos encontraron los cuerpos los jóvenes llenos de disparos en la comunidad El Estrecho, ubicada en los límites entre Caquetá y Amazonas.
El presidente colombiano, al conocer el lamentable suceso, expresó su rechazo en Twitter y calificó el crimen como atroz.
“El asesinato de 4 menores indígenas en Putumayo es un crimen atroz, una bofetada a la paz que violenta las bases del Derecho Internacional Humanitario. He convocado una reunión de seguridad extraordinaria para anunciar medidas frente a estos hechos”, escribió Petro.
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