El flujo migratorio por el llamado tapón del Darién no para, a pesar de las restricciones migratorias y los obstáculos naturales e impuestos por las autoridades de Colombia y Panamá.
la Red Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas (Clamor) dio a conocer que “más del 57 % de la población se encuentra bajo la influencia de algún Grupo Armado No Estatal (GANE), convirtiéndose en un lugar en el que confluye el conflicto armado y en el que se deben garantizar los estándares del Derecho Internacional Humanitario”.
De igual forma, según cifras registradas por la Cáritas colombiana, “el 80 % de la población inician su viaje debido a la falta de empleo, bajos recursos, seguridad alimentaria y la vulneración masiva de derechos humanos».
Los ciudadanos migrantes están expuestos a la violación de derechos humanos, la trata y tráfico de personas, la violencia de género, el uso y abuso de niños, niñas y adolescentes, según los datos de las organizaciones vinculadas a la iglesia católica.
Encuentro con los migrantes del Darién
Entre el 23 y 26 de julio, se llevó a cabo en Necoclí, municipio ubicado en la subregión del Urabá, en Colombia, el encuentro Caminando Juntos por el Darién.
Esta iniciativa la lideró la Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas (Red CLAMOR) que, tras esta visita, insiste en la urgencia de garantizar una migración segura y digna para todos.
La actividad, que incluyó talleres formativos, una visita a campo para conocer la situación actual de estas comunidades y un encuentro con parlamentarios, contó con la participación de cerca de 40 personas.
Entre ellas, el obispo de Apartadó, monseñor Carlos Alberto Correa Martínez; el representantes de las Cáritas de Colombia, Venezuela y Panamá; agentes de las Pastorales Diocesanas de Apartadó e Ipiales; así como miembros de comunidades religiosas y de otras organizaciones que trabajan en esta dimensión humanitaria.
Encuentro con autoridades parlamemtarias
El padre Jesús Salinas, representante legal de la Corporación Scalabrini, dio a conocer en la audiencia con parlamentarios regionales algunas de las situaciones de vulneración de derechos cometidas en las rutas migratorias.
Destacó el influjo de los grupos armados ilegales y la urgencia de establecer estándares de Derecho Internacional Humanitario y Refugio.
Al referirse a la conexión entre la trata de personas y otros crímenes, enfatizó en la urgencia de brindar una respuesta estatal integral y establecer acciones de control desde la perspectiva regional.
Decálogo de llamados humanitarios
Tras estos días de encuentro, la Red CLAMOR presentó un decálogo de peticiones a los parlamentarios y al Gobierno Nacional que prioriza la atención de necesidades básicas de las comunidades de las regiones del Urabá antioqueño y del Darién chocoano que, a lo largo de la historia, han sido olvidadas por el Estado, pues “es imposible pensarse en una atención integral a la población migrante si en las comunidades de acogida existen necesidades multidimensionales y problemáticas sociales”, así lo expresan en el documento.
Entre los diez puntos presentados a los diputados, Ministerios e Instituciones del Estado colombiano, los representantes de la Iglesia proponen que haya “una articulación de las instituciones del Estado a nivel nacional, regional e internacional, liderada por el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Presidencia de la República de Colombia, para reactivar los mecanismos como el Parlamento Andino y el Observatorio de Migraciones”.
También insisten en la urgencia de garantizar el derecho a migrar de forma segura.
Visita a la red Clamor y entérate de más detalles de este encuentro.
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