Las comunidades más abandonadas de Tucupita están haciendo lo imposible para no quedar aisladas entre charcos. La lluvia ha arreciado en estos sectores.
Ciudadanos de las comunidades 23 de febrero y La Orchila, ubicadas entre el sur y norte de Tucupita, declararon a Radio Fe y Alegría Noticias que han desafiado sus problemas para no quedar aislados entre charcos y malezas.
Jesús Campero, de la comunidad 23 de Febrero, lamentó no pasar «unas navidades felices» ya que desde que se fundó este barrio aún viven en casas de zinc sin aceras ni redes de aguas blancas y servidas.
La lluvia los tenía aislados por más de tres días, no obstante, el pasado fin de semana acudieron a colocar desechos de concreto y otros objetos para lograr salir. «Por lo menos queremos salir a visitar a algún familiar», dijo David González, un joven del 23 de Febrero.
Más al norte de Tucupita está La Orchila, un populoso sector que tampoco cuenta con aceras ni calles. Cuando llueve todo se inunda y los vecinos quedan aislados.
Cada año por esta fecha se prepararan para «lo peor», aunque esta vez las lluvias han empeorado, según la señora Carlota Medina. «Este año hemos colocado piedras, pero ha llovido mucho y no ha sido suficiente», dijo.
Poder encontrar escombros para rellenar caminos no ha sido fácil para las familias de La Orchila. Han debido salir con dos carretillas que tiene la comunidad para buscar piedras y otros objetos que sirvan de aceras.
Ambas comunidades no quieren estar aisladas en los días festivos de la navidad. Fechas en las que también recuerdan haber sido olvidados.
