En el marco del Día Mundial del Corazón que se recordó este viernes 29 de septiembre, la médico cardiólogo Adriana Betancourt afirmó que las enfermedades cardiovasculares (ECV) siguen siendo la principal causa de muerte de personas en el mundo.

La Federación Mundial del Corazón (WHF de sus siglas en inglés) decidió celebrar cada 29 de septiembre el Día Mundial del Corazón desde el año 2000, para este 2023 estabeció el lema “Un mundo, un hogar, un corazón”.

Según la especialista, que cita estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) un total de 17,9 millones de personas han muerto este año como consecuencia de alguna afección cardiaca, lo que representa el 31 % de decesos en todo el mundo.

“Para el 2030 las enfermedades cardiovasculares serán la principal causa de mortalidad de personas en el planeta, aunque ya lo son”, expresó en el programa En Este País de Radio Fe y Alegría Noticias.

También señaló el aumento del número de personas que padecen de hipertensión, sobre todo en la adultez temprana (17-45 años), y está asociado a los factores de riesgo: tabaquismo, sedentarismo, alimentación, trastorno del sueño, estrés, obesidad y sobrepeso, entre otros.

En el caso de Venezuela, dijo la médico que los venezolanos se alimentan mal, ha aumentado el tabaquismo, hay sobrepeso y mucho estrés; y esto ha incido en que se eleven las cifras de personas con hipertensión a temprana edad.

Agregó que el uso del vaper o cigarrillo electrónico ha desarrollado más hipertensión y eventos cerebrovasculares. Asimismo los trastornos de ansiedad se han convertido en una característica básica para que un joven “haga hipertensión”.

Los síntomas y consecuencias

La hipertensión depende de la genética de cada individuo, “hay pacientes sintomáticos y otros que se comporta asintomática”, dijo.

Entre los síntomas mencionados por la especialista, se encuentran: dolor intenso de cabeza, dolor en el pecho, cansancio al caminar, palpitaciones aceleradas, peso en la región cervical, enrojecimiento de las orejas, calor, nauseas y ansiedad.  

Entre las consecuencias destaca enfermedades como insuficiencia renal, enfermedades del corazón y derrames cerebrales.

Añadió que la hipertensión es prevenible o puede ser pospuesta a través de una vida saludable, que contempla una alimentación balanceada, baja en sal, mucha hidratación, hacer ejercicios, mínimo 15 horas por semana, dormir entre siete a nueve horas al día, pero sobre todo, tener paz y tranquilidad en el hogar, “así se cuida un corazón”, sostuvo.   

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