Las recientes emergencias por lluvias, que han impactado severamente en estados como Barinas y los andes venezolanos, ponen en relieve una problemática estructural que también afecta a la capital zuliana.
El arquitecto y urbanista Alberto Romero, vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria del Zulia y docente de la UCAB, ofreció un diagnóstico contundente en el programa De Primera Mano TV de Radio Fe y Alegría Noticias, sobre la situación urbanística de Maracaibo, una ciudad que, según su análisis, “parece haber perdido el rumbo en su desarrollo”.
Romero señaló que el crecimiento de la ciudad ha sido “de forma improvisada, sin respetar los sistemas naturales de drenaje que durante miles de años formó la naturaleza”.
Este problema, que se ha gestado a lo largo de décadas, se manifiesta hoy con la crudeza de cada inundación, demostrando que la naturaleza “siempre reclama lo que es suyo”.
Las cañadas: de la vitalidad natural a la insalubridad urbana
El experto explicó con preocupación cómo el urbanismo informal ha desdibujado los límites naturales de Maracaibo.
“Donde antes había un sistema equilibrado de cañadas y cuencas, hoy tenemos construcciones precarias que alteran el flujo natural del agua”, indicó.
Romero estableció una comparación dolorosa: mientras ciudades como Cuenca, en Ecuador, integran sus ríos al paisaje urbano, en Maracaibo se ha optado por convertir las cañadas en “botaderos de basura y luego las enterramos, creyendo que así resolvemos el problema”. Esta práctica la califica de insostenible y peligrosa, ya que el agua, al buscar su cauce original, expone la fragilidad de estas intervenciones.
Un diagnóstico: Maracaibo, “una ciudad incontrolable”
En su análisis, Romero no duda en describir a Maracaibo como “una ciudad incontrolable”, donde: la expansión urbana ha superado la capacidad de planificación; los servicios básicos no alcanzan a cubrir todas las zonas; y la participación ciudadana en la búsqueda de soluciones es prácticamente nula.
Aunque reconoce la existencia de “excelentes ordenanzas urbanas”, el arquitecto enfatizó en que estas “de nada sirven si no hay control ni voluntad para aplicarlas”.
Propuestas para la transformación: el camino hacia un nuevo modelo de ciudad
Ante este panorama, Romero plantea soluciones concretas y necesarias para Maracaibo:
- Recuperación de espacios naturales: Propone que las cañadas dejen de ser un problema sanitario para convertirse en parques lineales que funcionen tanto como sistema de drenaje natural como áreas verdes para la comunidad.
- Transporte público eficiente: Sugiere la implementación de soluciones efectivas y menos costosas, como un sistema de cable buses, similar al de Medellín, lo que podría “transformar nuestra movilidad” sin la necesidad de “megaproyectos faraónicos”.
- Arborización urbana: Más allá de la estética, cada árbol representa “menos calor, mejor aire y mayor calidad de vida”, siendo una inversión directa en el bienestar ciudadano.
El futuro de Maracaibo: un llamado a la conciencia colectiva
Maracaibo se prepara para celebrar sus 500 años en 2029. Romero utiliza esta fecha para interpelar a la ciudadanía: “¿Qué ciudad queremos heredar? No podemos seguir cantando al lago mientras lo contaminamos, ni soñar con una metrópolis moderna cuando convertimos nuestras aceras en estacionamientos”.
El mensaje final del experto es un claro llamado al compromiso colectivo: “La transformación es posible, pero requiere el compromiso de todos: autoridades, empresarios, universidades y, especialmente, de cada ciudadano que ama esta tierra”.
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