El sociólogo de la Universidad Católica Andrés Bello, Héctor Briceño, aseguró que cuando las personas dejan de creer en el voto como mecanismo de cambio, los sistemas autoritarios funcionan mucho mejor.
“No tienen que preocuparse por cómo mantenerse en el poder, cómo legitimarse, cómo impedir que las grandes mayorías de alguna manera le debatan su permanencia, su continuidad en el poder”, refirió.
En el encuentro Venezuela Conversa, realizado este miércoles 17 de agosto por la organización Dale Letra, Briceño resaltó que desde 2015 el gobierno de Venezuela ha diseñado e implementado mecanismos como: la persecución a la dirigencia opositora, a la ciudadanía, al liderazgo social y los protectorados en algunos estados del país “para que se instale la desesperanza”.
Indicó que lo anterior le lleva a la conclusión de que al gobierno le es “muy importante” construir una cultura de antivoto y antiparticipación porque, según él, es fundamental para la “estabilización del autoritarismo”.
Briceño considera que las elecciones de alcaldes y gobernadores del 2021 representaron un “hito” para el inicio de la consolidación del valor del voto como mecanismo que propicie cambios en Venezuela, pero que esto vino de la mano de la pérdida de legitimidad de Juan Guaidó.
“Esa teoría del cambio político estaba subordinada a la salida de Maduro, al gobierno de transición y en última instancia estaban las elecciones. Creo que que ese paradigma del cambio político en Venezuela de alguna manera quedó deslegitimado con el paso del tiempo”, aseveró.