María del Carmen Guerrero, una mujer de 40 años de edad, oriunda del estado Táchira, anda trabajando desde hace más de cinco años en la promoción de la agroecología, la cultura y el turismo.

María es administradora de empresas de profesión y fue funcionaria pública en Barinas, pero a raíz de la crisis económica que se vivía en Venezuela, especialmente en 2017 y 2018, tomó la decisión, junto a su esposo, de dejar su trabajo y desplazarse hacia el estado Táchira con el fin de conseguir mejores condiciones económicas.

“Vino la crisis económica y de verdad fue como reinventarnos, y en ese reinvento decidimos mi esposo y yo mudarnos de Barinas a Táchira, y comprar una finca en la aldea Toituna. Al principio no sabíamos que íbamos a emprender, pero si sabía que sería un negocio familiar, así que tuvimos que aprender sobre cultivo para poder emprender”, comentó Guerrero a Radio Fe y Alegría Noticias, sobre su proyecto La Clavellina.

Foto: Cortesía.

Desafíos entre el apagón nacional y la pandemia de la COVID-19

María Guerrero aseguró que los retos más difíciles que ha tenido que enfrentar en su negocio, han sido el apagón general en 2019 y el confinamiento por la pandemia de la COVID-19 en 2020, porque estas situaciones hicieron que las personas cambiaran sus prioridades.

Otro factor que afectó su iniciativa fue el aumento de la gasolina, medida que impactó directamente en sus ganancias.

“Fueron momentos fuertes, porque a causa del apagón general hubo una merma en las ventas, debido a que las personas cambiaron sus prioridades. En cuanto a la pandemia del COVID-19 en 2020, con lo que más nos perjudicó fue el aumento del combustible que afectó nuestras ganancias”, explicó Guerrero.

A pesar de estos momentos difíciles, para el 2021 La Clavellina se reinventó e inició un nuevo cultivo, sumando a sus actividades productivas la siembra de café, logrando diversificar sus fuentes de ingresos.

Entre tanto, María trata a través de su emprendimiento de rescatar un poco las tradiciones, las costumbres y todo lo que significa ser andinos, como parte de su aporte cultural a la región.

María ha logrado consolidar su empresa. Esta tachirense sacó a relucir su capacidad de resiliencia y además asumió el reto de tener un negocio propio que le ha permitido independizarse y crecer en esta región, para apoyar en el desarrollo del país con la agroecología, la promoción cultural y el turismo.

María del Carmen Guerrero, con La Clavellina, es evidencia de que la persistencia y la motivación son claves para poder triunfar en un nuevo emprendimiento.

Esta historia forma parte del seriado En La Brega, un especial de Radio Fe y Alegría Noticias sobre los miles de ciudadanos que diariamente están bregando en una Venezuela que sueña con un país distinto.