El presidente de Ucrania, Volodími Zelenski, denunció este martes que cerca del 30% de las centrales energéticas han sido destruidas lo que ha provocado apagones masivos en todo el país.
El presidente dijo que se trata de «otro tipo de ataque terrorista ruso», al tiempo que señaló que «no queda espacio para las negociaciones con el régimen» de Moscú.
Entre tanto, la Fiscalía de ese país informó al menos dos personas murieron y otra resultó herida en ese ataque con misiles.
El jefe adjunto de Oficina de la Presidencia de Ucrania, Kyrylo Tymoshenko, confirmó que hubo tres explosiones en una infraestructura eléctrica en la parte de Kiev situada en la margen izquierda del río Dniéper.
También se reportaron ataques rusos contra otras ciudades de Ucrania como Zhitómir, Mykolaiv, Zaporiyia, Járkov, Krivói Rog y Dnipró, en el sur y este del país.
La oleada de bombardeos contra centrales eléctricas, que inició el lunes pasado, obligó a las autoridades ucranianas a tomar medidas para estabilizar la red eléctrica.
Secuestro de dos altos cargos de la planta de Zaporiyia
Las autoridades ucranianas también denunciaron otro secuestro de dos altos cargos de la planta nuclear de Zaporiyia, el tercero en menos de un mes.
Se trata de Oleh Kostyukov, el jefe del servicio de las tecnologías de la información en la planta, y de Oleh Osheka, el director general adjunto de la instalación.
La compañía hizo un llamado al director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, y a toda la comunidad internacional «a hacer todo esfuerzo y a tomar todas las medidas posibles para liberar a los empleados de la central nuclear para que puedan volver a sus puestos».