Los ofrecimientos son variados, dinero, un futuro diferente, trabajo seguro; todas ofertas engañosas que se traducen en un delito: trata de mujeres migrantes venezolanas. Este es parte del drama que envuelve una industria que lidera el Tren de Aragua, que opera en Colombia y se ha ido diversificando en varios países del área.
Esta fue la realidad que desnudó un trabajo del medio colombiano El Espectador, en conjunto con la Alianza Rebelde Investiga de Venezuela. Allí encontraron un drama que provoca la precaria situación económica y social en el país que obliga a muchas niñas, jóvenes y mujeres a buscar maneras de emigrar.
Ronna Rísquez, periodista e investigadora, lideró el equipo en Venezuela aportando datos importantes a la investigación. “El Espectador identificó una estructura de trata de mujeres que operaba en Colombia y encontraron que el Tren de Aragua estaba detrás. Ellos captan a las niñas y mujeres en Cúcuta y de allí las distribuyen”.
El Tren de Aragua es una peligrosa organización criminal que, según InSight Crime, ya tiene presencia en varios países de Sudamérica y Europa. El delito de la trata de mujeres venezolanas se suma a uno de los tantos que se le señalan.
“Primero les ofrecen (a las víctimas) salir del país y dinero para el viaje, ya eso es mucho porque una cantidad importante de niñas y mujeres no tienen recursos para hacerlo. Ellas ven que no tienen oportunidades en Venezuela o sienten que no hay mayores opciones. Al final deciden aceptar la oferta de este grupo porque parece ser más prometedora de la que tienen ahora”.
Los testimonios indican que las organizaciones criminales les ofrecen pagar el viaje y aunque muchas de las mujeres saben que van a prostituirse, cuando llegan a su destino se encuentran con que son esclavizadas y explotadas sexualmente. “Les cobran cuotas de dinero que no estaban previstas o agregan porcentajes”, apuntó Rísquez, autora del libro “El Tren de Aragua: La banda que revolucionó el crimen organizado en América Latina”.
Otra de las modalidades es el engaño, las mujeres emigran pensando que trabajarán en casas de familia, restaurantes o en campos y terminan siendo sometidas por el Tren de Aragua que también puede llevarlas a Ecuador, Perú y Chile.
Rutas desde los andes hasta el oriente
El Tren de Aragua utiliza varias rutas para trasladar a las niñas, adolescentes y mujeres que captan para sacarlas del país. Existe un par de ellas entre los estados Táchira y Apure, otra en el occidente por Falcón y Sucre, teniendo como destino final las islas del Caribe.
“Existen varias vías utilizadas luego de aplicados los mecanismos de captación. Algunas chicas son sacadas por Apure y en Arauca las llevan a cualquier parte de Colombia, otras salen por Táchira, por trocha o por el puente. Existen otras dos rutas como las de Falcón, en las que son llevadas a Curazao, Bonaire y Aruba, además de otra en Sucre que tienen como destino Trinidad y Tobago”.
Rísquez también agregó que existe una ruta en el sur, por el estado Bolívar, por lo que encontraron mujeres que son llevadas a Brasil.
¿Qué pasa cuando denuncian?
Los testimonios recogidos por la investigación periodística son elocuentes, las migrantes venezolanas, víctimas de trata, tienen temor de hacer su denuncia ante las autoridades competentes, por lo que la impunidad es bastante alta.
“Son pocas las que denuncian porque, al no tener una condición regular en otro país, temen ser maltratadas en vez de recibir ayuda. Sienten que muchas de estas estructuras criminales tienen contactos con las autoridades y pueden delatarlas y hasta recapturarlas”.
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