Doble asesinato por las FAES en Monagas sigue impune

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Familiares exigen justicia
Protesta de familiares de José Enrique González y Johandrys Blanco

José Enrique González Páez y Johandris Blanco perdieron la vida el 7 de septiembre del año 2020, cuando en horas de la madrugada un grupo táctico de las Fuerzas de Acciones Especiales, FAES, cuerpo de seguridad adscrito a la Policía Nacional Bolivariana (PNB), llevó a cabo en la población de Barrancas del Orinoco en el estado Monagas un procedimiento donde imperó la represión policial.

Desde entonces, su familia ha visibilizado su tragedia y se ha pronunciado levantando la voz contra los ajusticiamientos de jóvenes a manos de organismos de seguridad y orden público, la violación de derechos humanos y la incriminación de las víctimas en actividades delictivas que puedan servir de fachada a los actos cometidos por quienes están al servicio de la ciudadanía en su rol de cuerpos de seguridad.

El padre del joven José Enrique González, Samuel González, sigue en pie alzando la voz por su hijo en su búsqueda de justicia y castigo para los funcionarios del FAES que lo asesinaron.

González ha hecho numerosos pronunciamientos en búsqueda de justicia.

A más un año del asesinato de José Enrique González por las FAES en Barrancas de Monagas prosigue la impunidad
José Enrique González

“Solicitamos a la Fiscal 11 del estado Monagas que se pronuncie con respecto al caso de mi hijo José Enrique González. Hicimos la denuncia, tenemos el expediente y hemos seguido cada paso y no hay actuaciones contra los funcionarios y eso es inadmisible. Trataron de incriminar a mi hijo con una fachada de enfrentamiento cuando no lo es, a mi hijo lo mataron”, aseguró González.

El señor habría identificado a los funcionarios José Daniel Alvarado y Jonathan Rafael Graterol como los responsables. Sin embargo, denunció que tras participar en la ejecución extrajudicial de su hijo sequian en libertad pese a denunciar públicamente la actuación de los funcionarios de las FAES; y que también estarían supuestamente implicados en un caso de secuestro y extorsión en Maturín.

Visibilizar las ejecuciones extrajudiciales: el primer paso para acabar con la impunidad

Samuel González asegura que aun cuando las familias visibilizan los casos de abuso policial las actuaciones de los organismos como Defensoría del Pueblo y Fiscalía del Ministerio Público no son contundentes.

Lamenta que sigan ocurriendo este tipo de hechos amparados por otros organismos que no actúan a favor de las víctimas y sus familias. “Solicitamos a la propia Fiscal, el 7 de septiembre tras el ajusticiamiento de mi hijo José Enrique, una medida de suspensión de los funcionarios que actuaron en el operativo donde perdió la vida y que se cumplieran las medidas de ley mientras se siguen las investigaciones”.

“Hemos dicho sin miedo y de forma contundente que las FAES, son un cuerpo policial que ha venido atropellando a las familias más humildes de Venezuela y nosotros hemos salido a la calle para denunciarlo, para que no siga sucediendo ni en el estado Monagas ni en el resto del país”, exclamó González.

Lupa por La Vida ayuda a visibilizar la violencia policial en Venezuela

Para la familia González que la comunidad internacional conozca lo que pasa en Venezuela con el abuso de poder de organismos de seguridad es clave en la búsqueda de justicia para las miles de víctimas que deja la violencia policial.

“Queremos que la comunidad internacional ponga su mirada en estos organismos de seguridad, que nuestra pérdida sea ejemplo de fuerza para otras familias que pasan por situaciones similares. No tengan miedo y denuncien, las FAES son un cuerpo policial que atropella y mata a jóvenes inocentes”, exigió.

Al cumplirse más de 1 año de la muerte de su hijo José Enrique González a manos de las FAES, pide agilizar las investigaciones del caso y que las autoridades se pronuncien contra los cuerpos de seguridad que actúan bajo impunidad.

Padres de José Enrique exigen justicia

“El FAES no puede seguir actuando de una manera incriminatoria contra los jóvenes que ajustician en una vivienda, los cuerpos policiales, el CONAS, el Ejército, la Guardia Nacional, el CICPC y la Policía Nacional, no pueden ser cómplices porque hubo un ajusticiamiento con mi hijo y las pruebas lo demuestran, la Defensora del Pueblo debe ser firme, el Fiscal Superior del estado Monagas debe actuar contra estos funcionarios”, pidió Samuel González.

Asegura que “yo no tengo miedo, yo soy vulnerable, pero sigo exigiendo justicia en nombre de mi hijo y los muchos jóvenes inocentes que han muerto por culpa de las FAES”.

En su lucha por conseguir justicia para su hijo la solidaridad y el apoyo de instituciones que velan por los derechos humanos ha tocado a su familia, por ello siente el compromiso de seguir siendo voz para las familias que no se atreven a denunciar por miedo.

En Lupa por La Vida, proyecto de monitoreo de violencia policial y militar que llevan en conjunto el Centro Gumilla y Provea, hemos estado al pendiente para seguir visibilizando este caso de presunta ejecución extrajudicial en el estado Monagas.

A través de esta denuncia del señor Samuel por Lupa por La Vida, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU en Venezuela se ha interesado en conocer más del caso mediante la documentación respectiva.

José Enrique con su mamá

Dos vidas sesgadas por la violencia policial

Los nombres de José Enrique González (23) y su cuñado Yohandris Blanco (25) fueron noticia el 7 de septiembre del año 2020 en Barrancas del Orinoco municipio Sotillo, del estado Monagas.

Vecinos, amigos y familiares aseguran que fueron ajusticiados por efectivos de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), grupo adscrito a la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en un operativo en horas de la madrugada.

El padre de José Enrique, Samuel González exige justicia, y asegura que le segaron la vida a su hijo que a sus 23 años estaba empezando a vivir.

“Fue un asesinato, ellos estaban durmiendo, no opusieron ninguna resistencia, los efectivos del FAES sacaron a su esposa y al niño de la casa, antes de salir ella vio cuando estaban arrodillados en uno de los cuartos, con las manos en la nuca. Entró un efectivo, un mayor y un capitán que estaban comandando el operativo, un superior regañó a los efectivos del FAES y en menos de 5 minutos se escucharon cinco disparos”, narró González.

Los impactos de bala que se escucharon fuera de la residencia de la víctima concuerdan con los encontrados en sus cuerpos: dos impactos de bala en el cuerpo de José Enrique González y tres en el de su cuñado Yohandris Blanco.

El joven perdió la posibilidad de ver crecer a su hijo, su familia añora cada reunión familiar, sus compañeros de juego extrañan su entusiasmo deportivo. Para recordar su vida y su pasión por el futbol, su deporte favorito, familiares y amigos prepararon actividades deportivas en su memoria. Para el pasado siete de septiembre de 2021 José Enrique habría cumplido 24 años.