El presidente de Colombia, Iván Duque, anunció este domingo el retiro del proyecto de reforma tributaria presentado al Congreso el pasado 15 de abril, que detonó las protestas sociales y desórdenes de los últimos cuatro días en el país.
«Le solicito al Congreso de la República el retiro del proyecto radicado por el Ministerio de Hacienda y tramitar de manera urgente un nuevo proyecto fruto de los consensos y así evitar la incertidumbre financiera», declaró el mandatario en la Casa de Nariño, sede del Gobierno.
La decisión del gobierno se da un día después del anuncio que hacía de que recurririría a las fuerzas militares para contenerlas con el pretexto de corregir «graves alteraciones del orden público».
Este sábado 1 de mayo explicó que los militares estarían en las ciudades donde se han presentado algunos hechos de violencia hasta que hayan cesado los disturbios. Los uniformados deben coordinar con gobernadores y alcaldes las acciones a tomar.
«La figura de asistencia militar seguirá vigente en los centros urbanos donde existe un alto riesgo para la integridad de los ciudadanos y donde se requiere emplear toda la capacidad del Estado para proteger a la población, está consagrada en la Constitución y la ley, y se mantendrá», dijo Duque a través de una alocución televisada.
Pero este domingo, producto de las presiones de partidos políticos, organizaciones sociales, gremios de la producción y otros sectores de la población, se vio conminado a solicitar al parlamento que se retirase la propuesta.
En este caso manifestó que el proyecto incorporará una sobretasa de renta temporal a empresas, prorrogar el impuesto al patrimonio de forma temporal, incrementar el impuesto a los dividendos transitoriamente y crear una sobretasa de renta a personas de mayores ingresos, entre otros.
“La reforma no es un capricho. La reforma es una necesidad. Retirarla o no, no era la discusión. La verdadera discusión es poder garantizar la continuidad de programas sociales”, enfatizó.
La medida de desplegar las fuerzas militares se produjo poco después de que en la capital colombiana, Bogotá, y en la ciudad de Cali se registraran fuertes enfrentamientos entre protestantes y fuerzas policiales.
Se espera que con esta decisión cesen las protestas en las principales ciudades colombianas que fueron escenarios durante 4 días consecutivos de fuertes entre enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
Los manifestantes iniciaron estas acciones a mediados de esta semana en las que han expresado su rechazo contra la reforma fiscal del Gobierno que consideran atenta contra los más pobres, los principales perjudicados por efectos de la pandemia.
Por lo pronto, el Defensor del Pueblo de Colombia, Carlos Camargo, informó que tres personas murieron en Cali en los últimos días en situaciones vinculadas con las protestas y otros tres decesos están en verificación.
Esta semana también se informó de un fallecimiento en Neiva, capital del departamento del Huila, mientras que en Soacha, localidad aledaña a Bogotá, fue asesinado a cuchilladas el capitán de la Policía Jesús Alberto Solano.
Debido a estas virulentas protestas, Duque intentó presentar una modificación a su propuesta de reforma fiscal que recogiera «el consenso y que permita nutrirse de propuestas valiosas que han presentado los partidos y las organizaciones».
Sin embargo, los reclamantes mantienen la exigencia de que la reforma sea retirada, entre los que se incluyen los partidos políticos, sindicatos y los gremios de la producción.
El gobierno alega que necesita cerrar el hueco creado por la pandemia del coronavirus en las finanzas del Estado, y con la reforma tributaria espera recaudar 23,4 billones de pesos (unos 6 302 millones de dólares).
Con información de El Comercio