La noticia fue confirmada por el Departamento de Estado de EEUU este lunes 11 de enero. La decisión se produce a nueve días de que Donald Trump abandone la Casa Blanca.
Según el Secretario de Estado Mike Pompeo la resolución obedece a que supuestamente el gobierno de la isla «proporciona reiteradamente apoyo a actos de terrorismo internacional al garantizar puerto seguro a los terroristas».
“Con esta acción, haremos una vez más responsable al Gobierno de Cuba y enviaremos un claro mensaje: el régimen de Castro debe acabar con su apoyo al terrorismo internacional y la subversión de la justicia estadounidense”, añadió Pompeo.
La decisión, dice el comunicado, llevará a la imposición de “sanciones a las personas y a los países que realicen ciertas actividades de comercio con Cuba”.
La devolución del país a la lista de Estados patrocinadores de terrorismo, de la que salió en 2015 y en la que se encuentran también Siria, Irán y Corea del Norte, supone la reversión de los esfuerzos de la Administración del demócrata Barack Obama para reconstruir los vínculos con la isla, histórico enemigo de la Guerra Fría.
Ya en mayo del año pasado, Estados Unidos incluyó a Cuba en la lista de países que “no cooperaron plenamente” con los esfuerzos de la Administración estadounidense contra el terrorismo, al negarse a extraditar a un grupo de guerrilleros colombianos del llamado Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Por su parte, el canciller de Cuba Bruno Rodríguez condenó esta decisión del gobierno estadounidense diciendo que es una decisión «hipócrita y cínica» y que es solo una maniobra para dañar las relaciones con la isla días antes de la toma de posesión de Joe Biden.
Con información de agencias internacionales
