Poder mantener una estricta norma sanitaria para prevenir el Coronavirus ha sido difícil para la mayoría de los deltanos, que apenas cobran un salario mínimo de 800 mil bolívares al mes.
Unos 16 mil trabajadores dependen solo de la nómina de la gobernación, según pudo constatar Radio Fe y Alegría Noticias por medio de un documento, aunque hay más instancias oficiales.
Desde que el gobierno de Venezuela anunció la cuarentena social por Coronavirus hace más de cien días, una de las recomendaciones ha sido la desinfección permanente con agua clorada, y aunque existen otras alternativas, ésta es la que está más a la mano.
Un cloro vale entre 100 mil y 140 mil bolívares el litro en algunas tiendas de Tucupita. No representa una prioridad como tal para aquel deltano que solo percibe 300 mil bolívares cada quince días.
José Noriega lamentó ya no tener que priorizar la compra de cloro con su quincena que cobra por la gobernación de Delta Amacuro. Prefiere adquirir algunos empaques de harina de maíz para tener qué comer.
Esto lo siente mucho porque está consciente que la desinfección es una de las claves para la prevención del Coronavirus, pero el hambre de sus «tripochos», como los llama» no se puede contener con esta sustancia.
Un litro de cloro puede durar tres días si se le da el uso racionado en el contexto de las limpiezas frecuentes en un espacio reducido. Entre el lunes y el sábado se habrían usado dos litros de cloro, lo que ya habría implicado el desembolso de unos 280 mil bolívares, casi una quincena para el sueldo mínimo del señor José Noriega.
El cloro limpia el bolsillo de los deltanos, quienes apenas tienen para comprar empaques de víveres que comen a diario en reducidas raciones. La pandemia llegó en el peor momento para un país que ya de por sí solo sobrevivía.