El cohete chino no es un peligro

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El mundo está en vilo desde que el martes 04 de mayo la agencia espacial rusa Roscosmos y el Comando Espacial de EE.UU. informaran que un «cohete chino sin control podría impactar sobre la tierra».

Efectivamente China admitió la pérdida de control del cohete de Larga Marcha-5B Y2 lanzado el 29 de abril desde el centro espacial de Wenchang, en Hainan, China.

El cohete tuvo dificultades en la etapa central del lanzamiento y experimentó un viraje inesperado entrando inadvertidamente en la órbita terrestre baja. 

Sobre este «cohete descontrolado» ya pronunció el portavoz del Ministerio de Exteriores del gigante asiático, Wang Wenbin, quien señaló que la mayor parte de los escombros del Larga Marcha-5B Y2 se quemarán al entrar en la atmósfera, según la información difundida por la agencia internacional de noticias Reuters.

El funcionario chino aseguró que los restos del cohete no representan peligro para la tierra, tampoco para los vuelos de aviones, por tanto considera que es «muy poco probable» que cause daños.

Los ingenieros chinos diseñaron el aparato para que la mayoría de sus partes se destruyan y se quemen durante la reentrada a la atmósfera, según Wenbin.

No tocará tierra, caerá en el océano

El riesgo de daños al momento del impacto de las partes del cohete se reduce al más mínimo, no solo por su capacidad de «autodstrucción», sino también porque los cálculos señalan que caerá en «aguas internacionales». Probablemente en el océano Pacífico, según Global.

La fecha probable en que las partes del cohete toque aguas internacionales es el 8 o 9 de mayo.

Solo los elementos estructurales individuales no combustibles pueden alcanzar la superficie de la Tierra.

Mapa de posibles zonas de impacto

El jueves 6 de mayo, el jefe de la agencia espacial rusa, Dimitri Rogozin, publicó un mapa donde muestra las posibles zonas de impacto y el rango es realmente extenso.

Incluye a toda África, casi toda Australia, Sudamérica, así como buena parte de América del Norte y Eurasia.