El Metro discapacitado

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Metro de Caracas
Estación Plaza Venezuela/Archivo

Son las 10 de la fresca mañana caraqueña. Voy guiándome con mi bastón de rastreo por Capitolio, en el centro de Caracas. Intento avanzar entre transeúntes y vendedores de un montón de cosas. Los gritos y ruidos de carros y motos me dificultan la orientación.

Ubico la estación del Metro, me dirijo a las escaleras fijas para ingresar en el sistema porque las eléctricas están dañadas. Siento que unas personas bajan, una de ellas pasa adelante y me impide caminar rápido y una señora y un señor me siguen; percibo que algo no está bien, que parece intencionada la acción.

Pero ya estoy en medio de la escalinata, por lo tanto me cambio a la izquierda y apuro el paso. Termino la escalera y me dirijo a los torniquetes. Allí me alcanza, o mejor dicho, me aborda la muchacha que venía delante de mí y me dice en tono de reproche: “tienes que ponerte las pilas, la señora que venía atrás de ti te estaba intentando abrir el bolsillo, así te roban”. Le respondí sin inmutarme: «¡que yo no tenía ni medio y teléfono, menos!».

Sigo solo mi camino hacia el andén porque no hay operadores disponibles para llevarme. ¡Qué tiempos aquellos que nos acompañaban en el Metro! Escucho que nuevamente las 3 personas se reúnen y hablan de mi respuesta y reacción al ser rodeado. Algo cambió. Hace unos 5 o 6 años, las personas se me acercaban con palabras amables para brindarme apoyo, no para sustraerme mis pertenencias, algo que varias personas ciegas ya hemos sufrido.

¿Y qué pasó con la vigilancia en el Metro de Caracas de los cuerpos de seguridad?

En reiteradas oportunidades las autoridades han anunciado la presencia de los cuerpos de seguridad en el subterráneo. Quien suscribe este artículo, fue victima una vez y ha escuchado en diversas ocasiones de hurtos a los ciudadanos, con o sin discapacidad, en el sistema Metro de Caracas.

Para las personas ciegas es más difícil saber de quién cuidarnos por una sencilla razón: no vemos y por falta de personal ha disminuido exponencialmente la atención en el subterráneo en los últimos 5 o 6 años, al punto que a una buena parte de nosotros nos ha tocado viajar solos, incluso sin tener previo conocimiento de las estaciones.

Sin atención en el Metro para las personas con discapacidad

La atención a las personas con discapacidad en el Metro de Caracas, creada por la empresa al ser inaugurada en 1982, reside en brindarnos apoyo a los seres humanos que requerimos acompañamiento para viajar seguros.

Somos: personas ciegas, en sillas de ruedas y adultos mayores. Así, un operador nos guía (guiaba), hasta el tren y llama (llamaba) a la estación destino adonde otro funcionario nos recibe (recibía) y traslada (trasladaba) a la salida del sistema.

La crisis socioeconómica que sufre el país ha producido una fuerte migración hacia el exterior de profesionales incluyendo a operadores del Metro de Caracas, disminuyendo exponencialmente el personal disponible en el sistema.

La pandemia agravó la situación porque algunos pocos funcionarios que quedan se quejan de no recibir su equipamiento de bioseguridad muy necesario para trabajar en tiempos del Coronavirus, por tal motivo no nos trasladan.

Es cierto que el Metro de Caracas ha intentado mejorar la atención ingresando a nuevos operadores, pero por algún motivo ciertos de estos nuevos funcionarios no transmiten la seguridad ni la disposición de los otrora operadores del sistema, tal vez sea la formación, la falta de experiencia o su personalidad. Eso no lo sé, lo que si sé es que seguimos viajando solos por la falta de personal. Otra dificultad, a la que nos enfrentamos en la llamada “nueva realidad” en el subterráneo, son las múltiples escaleras eléctricas dañadas, puertas de vagones averiadas que no abren y ponen en apuros a los usuarios para salir o ingresar al tren.

También, vagones sin aire que afectan la salud de las personas que allí viajamos. Los vendedores y personas sentadas en los pasos de escaleras y andenes nos dificultan más las cosas en el Metro discapacitado.

El Presidente de la República, Nicolás Maduro expone que Venezuela se está arreglando. ¿Y la reparación del Metro de Caracas para cuándo?

¿Y qué pasó con los artículos 80 y 81 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y el 41 de la Ley para las personas con discapacidad?

ALLÍ SE LEE: QUE LOS ADULTOS MAYORES TIENEN derecho a ejercer su personalidad, que el Estado le garantizará a los adultos mayores y personas con discapacidad su dignidad, que en las estaciones de Metro y ferrocarriles se garantizan el traslado seguro y la equiparación de oportunidades.

Todo queda en papel, pues la deuda sigue vigente.

@MOISESFQUINTERO