El papa Francisco pidió este domingo 15 de diciembre desde la isla francesa de Córcega a los sacerdotes que no torturen a las personas desde los confesionarios, que perdonen siempre y comentó que en 53 años de sacerdocio nunca negó una absolución.
Francisco llegó este domingo a Agaccio para participar en el congreso Religiosidad Popular en el Mediterráneo, bajo la invitación del obispo de la ciudad y cardenal, Francisco Javier Bustillo.
Durante su discurso, el papa expresó que en el contexto europeo actual no faltan los problemas y desafíos que se relacionan con la transmisión de la fe y “ustedes lo experimentan cada día descubriéndose pequeños y frágiles”, dijo.
También advirtió a los religiosos que huyan de la vanidad porque: “no olvidemos esto: en el centro está el Señor. No estoy yo en el centro, sino Dios” y también les pidió que cuiden tanto de sí mismos como de los demás.
En ese sentido, resaltó que los sacerdotes deben abrir los corazones a todos sin distinciones y que se debe salir al encuentro de las personas donde vivan y trabajen. Además, que tampoco hagan demasiadas preguntas, que solo escuchen y perdonen sin torturar a la gente en los confesionarios.
Como parte de la visita del papa, el pontífice celebrará una misa en la Place d’Austerlitz, donde se esperan 7.000 personas y luego se reunirá en el aeropuerto con el presidente francés, Emmanuele Macrón.
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