Este 26 de marzo se llevó a cabo la primera peregrinación en honor al Cristo de la Sabana, una figura religiosa que se encuentra internada en el llano apureño.
El punto de partida fue la población de La Estacada, en el municipio Muñoz. Desde tempranas horas del sábado los fieles católicos aguardaban para iniciar el recorrido hacia las sabanas de la Trinidad de Arauca como se le llama al sitio donde se encuentra el monumento a Jesucristo.
Un sol radiante, el cielo azul y la brisa acompañaron la peregrinación. El primer tramo se realizó en carro. Las nubes de polvo del camino no opacaron la fe de los creyentes. Dos kilómetros antes del Cristo de la Sabana se detuvo la caravana vehicular y comenzó la peregrinación.
Al llegar al sitio deslumbra una imagen de mármol del Nazareno acompañado de cuatro angelitos que simbolizan cuatro culturas: negros, indígenas, mestizos y blancos.
Monseñor Pablo Modesto González, Obispo de la Diócesis de Guasdualito, fue partícipe de esta primera peregrinación hacia territorio del cajón del Arauca apureño. Una actividad que esperan convertir en tradición.
“Una bella oportunidad para fortalecer el sentido de pueblo, el sentido de comunidad, en nuestra diócesis que está arrancando es primera vez que organizamos este tipo de encuentros, que esperamos se sigan multiplicando. El Cristo de la Mata o Cristo de la Sabana es el segundo signo religioso en importancia en el Apure con el Nazareno de Achaguas, es una imagen que tienen unos cuantos años acá, se encontraba abandonada, ahora se ha hecho un esfuerzo por recuperarla por lo que significa hacer una peregrinación hasta acá”.
La imagen del corazón de Jesús y los ángeles tiene como templo la inmensidad del llano. Las historias en torno a la devoción se debe a la aparición de una figura celestial a unos niños que jugaban en los alrededores de un médano.
Esta historia fue conocida por Don José Natalio Estrada, propietario del Hato la Trinidad de Arauca, y quien encargó en Italia la realización de una figura de Cristo.
Posteriormente mandó a esculpir en mármol la imagen de cuatro ángeles de diferentes identidades que acompañan al Cristo protector de los llanos venezolanos.
