El deterioro y colapso de las unidades de transporte público y las pocas opciones laborales provocan una situación que está siendo aprovechada por quienes ven en el sector transporte una oportunidad económica.
La zona industrial de Maturín es una de las rutas que alberga un grueso importante de usuarios del transporte público y hasta hace unos meses se hacían numerosas denuncias de cómo un ciudadano pasaba un promedio de dos horas en una parada esperando una unidad para movilizarse.
Esta realidad ha cambiado con la incorporación de carros particulares en la carga de pasajeros.
Noel Vera, trabajador del volante que perdió su trabajo en una línea de transporte y con su vehículo se ayudaba como taxista, y por los efectos de la pandemia y la falta de efectivo, afirma que ha animado a otros compañeros a sumarse a la movilización de pasajeros en el sector donde reside.
Cubriendo la rutas hacia la Zona Industrial recorren un promedio de 20 urbanismos cobrando dos bolívares por pasajero lo que en un recorrido completo puede representar un promedio de 20 bolívares o más.
Rutas registradas rechazan circulación de unidades piratas
Las rutas establecidas 26, 36, 22, 28, 33, han pedido que estos operadores piratas sean retirados y sancionados y desde esta semana se siguen fiscalizaciones de las rutas por parte del sector transporte.
Ante esta negativa a que los «piratas» carguen pasajeros los usuarios se han pronunciado apoyando a los carros que han paliado la espera y la falta de unidades.
Moisés Rodríguez da su opinión a través de Radio Fe y Alegría Noticias e indica que deben permitir que se regulen como colectivo de transporte y añade que desde que se incorporaron los carros se redujeron las colas y se facilita la movilidad.
“Yo apoyo a los «piratas», que los regulen y les den su permiso, el microbús tiene sus pasajeros y los carros también y gana el usuario, no hay colas, no hay colapso en las unidades y el precio es casi lo mismo, así que no hay razón para castigar por ser útiles y llevar el pan a sus casas”, comenta Rodríguez.
Mireya Rojas, residente del urbanismo Los Girasoles en la zona industrial de Maturín, por su parte, apoya que sean más las unidades disponibles para beneficio de los usuarios.
“Los piratas son ilegales porque no se les apoya para regularse pero yo los veo como un mal necesario para nosotros los usuarios, antes pasaba horas en espera de una unidad o tocaba ir como sardinas”
“En estos meses eso se ha terminado y los piratas meten su carro y llevan a uno hasta la urbanización seguro y sin costo adicional, así que apoyo que los dejen trabajar”, pidió la usuaria y quien explicó el beneficio que recibe.