En Venezuela la Tierra gime de dolor

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A propósito de celebrar este 22 de abril el día mundial de la Pacha Mama, Radio Fe y Alegría Noticias conversó con Fernando Jáuregui, ecologista y productor del programa Ecoprácticas.

En este 2020 se cumplen 50 años desde que unos 20 millones de ciudadanos estadounidenses salieron a las calles para protestar contra la ignorancia medioambiental y para demandar un mayor compromiso socio-ecológico con nuestro planeta.

Desde el año 2009, el 22 de abril fue asumido como el Día Internacional de la Madre Tierra, por una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

La Tierra va a seguir girando por millones de años. Pero es clave entender que si no la cuidamos quien está en peligro es el ser humano y el resto de las especies.

Cuando hablamos de cuidarla «estamos hablando de cuidar la vida del planeta que nos incluye a nosotros como otro «usuarios» para preservar un balance que venimos rompiendo desde hace siglos», dice el ecologista.

Esta imperiosa necesidad es impostergable porque, según Jáuregui, el ser humano es la única especie que puede lograr acabarse consigo mismo a diferencia de otras especies que se extinguen precisamente por la intervención humana.

Cuidar el planeta significa cuidar el ambiente que a su vez nos proporciona el agua, el oxígeno, captura el carbono, nos da la temperatura soportable y otros factores de preservación de la vida.

Sin embargo, para el activista el avance de la destrucción planetaria es tan grande que en este momento nos encontramos en medio de la llamada crisis climática producida por el efecto invernadero, consistente en la emisión de gases originados por vehículos automotores, los combustibles fósiles como el petróleo y otros elementos contaminantes.

Estos factores van calentando cada vez más la temperatura del planeta generando una serie de gravísimos problemas.

Según Jáuregui los mineros en el estado Bolívar trabajan en condiciones de cuasi esclavitud

El crimen del Arco Minero del Orinoco

Para el conductor de Ecoprácticas la minería ecológica no existe. Es una farsa. «Son dos palabras opuestas que no pueden ir en la misma línea. La situación es grave desde varios puntos de vista».

Desde lo ambiental asevera con toda contundencia que el mayor desastre ecológico y el mayor ecocidio en la historia de Venezuela y de América Latina, y bajo el denominado «efecto mariposa», también sale afectado el resto de la humanidad, ha sido el Arco Minero.

En el aspecto humano señala que se tiene una serie de mineros que trabajan en condiciones infrahumanas y de cuasi esclavitud. «Además, nunca van a salir de la pobreza».

Por otro lado, apunta que el mayor número de casos de malaria viene del arco Minero. De hecho, Venezuela es el país de América Latina que más casos de paludismo registra en los últimos años.

El 40 por ciento de los mineros son chamos

Pero hay otro elemento que agrava la situación en esas zonas, según su opinión. Y es que el 40 por ciento que trabaja en estas condiciones es de menores de edad.

Es decir, que casi la mitad de los mineros son niños y adolescentes. Este dato lo certifica un estudio hecho por el Centro Comunitario de Aprendizaje, Cecodap, al respecto.

La caída de los precios del petróleo también impacta en esta actividad ilegal y criminal. Aparentemente la actividad petrolera no viene siendo rentable, por lo pronto, para el actual gobierno. Por lo que acentúa su mirada hacia «la fiebre por el oro que nos va a dejar sin agua» para buscar otro tipo de renta económica.

Con la explotación del arco minero del Orinoco también se afecta al resto de la humanidad

¿Aplica la cuarentena social al Arco Minero en medio del Coronavirus?

El porcentaje de oro que llega al BCV es ínfimo comparado con el que se explota. Esa fuente económica destructora de las fuentes de agua, de la biodiversidad y de los servicios ambientales, va a parar a las bóvedas de los bancos internacionales que son los mismos que le prestan dinero a países como Venezuela de los cuales nunca se termina de saldar la deuda.

Jáuregui acota que esta dinámica que sólo beneficia a los grandes grupos económicos del planeta y no precisamente a la población venezolana.

Muy poco de ese oro que llega manchado de sufrimiento a las bóvedas del Banco Central de Venezuela se está destinando a educación y salud.

En este contexto de restricciones de movilidad Jáuregui pone en duda de que en este momento haya personas que en gran cantidad se estén trasladando hacia las minas sobre todo por la crisis de combustible.

Lo que sí le preocupa es que hay personas que se quedaron confinadas en esos sitios que de por sí ya presentan muy malas condiciones «y eso es un caldo de cultivo muy propicio para que haya una epidemia local aguda con todas las consecuencias negativas que eso traería» porque los mineros no gozan de las condiciones de salud para sobrellevar enfermedades.

¿Qué se le debe a nuestra Casa Común?

“Todo está conectado” (Papa Francisco, Laudato Si’, nn. 16, 91, 117, 138, 240)”.  

Los mandatarios del mundo tienen materias pendientes con su gran Casa Común. El ecologista cree, así como muchos, que después de esta pandemia las cosas van a cambiar. La gente ha visto con sus propios ojos que en pocas semanas ha mejorado la calidad del aire de la mayoría de las ciudades del planeta, por ejemplo.

Por eso es que le da importancia a la participación y corresponsabilidad ciudadana en la marcha del mundo.

En el caso de Venezuela, de cara al venidero evento electoral de la AN, recomienda a los ciudadanos que no voten por ningún asambleísta que no incluya en su oferta electoral el tema ambiental.

Afirma que esa es una buena manera de seleccionar mejor calidad de gobernantes a través de la presión social.

También propone seguir presionando a las instituciones venezolanas para que cumplan los convenios internacionales de protección del ambiente planetario como los protocolos referidos a minimizar el cambio climático, la contaminación de todos los tipos y en todos los niveles y la preservación de la vida de todas las especies.

Dice que la mejor muestra de que en el país estos protocolos no se están cumpliendo es la activación del Arco Minero así como la quema indiscriminada que han venido ocurriendo en las última tres semanas.

Estos incidentes, por cierto, no ha permitido que en las ciudades venezolanas se recupere y se mejore la calidad del aire a diferencia del resto de los países.