Este hecho se produjo cuando las víctimas viajaban por vía fluvial desde Punta Pescador hasta Tucupita.
Juan Antonio Escalada, junto a otros pescadores de Punta Pescador, planificó un viaje para la ciudad de Tucupita, capital del estado Delta Amacuro. Partieron el sábado 18 de enero en la madrugada.
A las 4:00 de la mañana, una segunda embarcación con unos ocho tripulantes a bordo comenzó a seguirlos. Escalada y compañía ya estaban en alerta, algo no andaba bien.
Los desconocidos, quienes mantenían la persecución, tenían sus rostros cubiertos con pasamontañas y franelas. En cuestión de segundos se desató una balacera en pleno río con las olas y el sereno que apenas les permitió ver a sus victimarios.
Pero por fortuna, los disparos eran al aire.
El motorista de la embarcación donde iba Escalada se vio obligado a detener la marcha. Las ráfagas de disparos les advirtieron que probablemente no llegarían con vida a Tucupita.
“Cuando nos detuvimos, ellos se acercaron”, relató Escalada.
A bordo de la embarcación había algunos menores de edad, quienes lloraban de pánico. La embarcación presentaba el vaivén de las olas porque ya se habían detenido.
“¿De qué parte vienen?”, preguntó quién aparentemente estaba a cargo de los civiles armados, mientras ordenaba revisar las pertenencias de las personas a bordo.
“Revisaron bolsos, morrales, todo, todo, todo”, recordó Juan Antonio Escalada.
El objetivo de los desconocidos era robar dólares a las personas que viajan por este río hasta o desde Trinidad y Tobago. Al no encontrar dinero en la embarcación, los dejaron ir.
“Su intención eran los dólares, porque ni vieron el motor”, dijo Escalada.
Varias familias del municipio Antonio Díaz, en la selva de Delta Amacuro, también han sido víctimas de grupos de civiles armados en los ríos del Bajo y Delta Medio.