Engranarse como equipo ante la crisis del país

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Foto: Cortesía.

Ante la profunda crisis que vive el país, no solo en lo económico y eléctrico, específicamente en el Zulia, sino también en lo espiritual, Fe y Alegría Maracaibo, desde sus posibilidades, sigue incentivando a no decaer en la desesperanza y procurar que su equipo se concentre en aspectos de crecimiento que ofrece este nuevo contexto socio-político que vive Venezuela.

En medio de la armonía y tranquilidad que hay en el jardín botánico de la ciudad, resonaron este jueves las palabras del padre Pedro Trigo citadas desde uno de sus más aclamados libros, que se tomaron como referencia para hacer actividades recreacionales, que de alguna u otra manera provocaron reflexión y fortalecieron el espíritu de los participantes, afianzando las creencias de quienes todavía apuestan y siguen respirando el aire de esta patria.

“Lo necesitaba, y sé que mis compañeros también lo necesitaban porque cada cierto tiempo uno quiere desconectarse”, expresó Braulio Polanco, uno de los participantes.

Familia, naturaleza, trabajo y diálogo fueron algunas de las dimensiones que se tocaron en las conversaciones. Lo que se conocía antes como “familia disfuncional” ha pasado a llamarse “familia diversa” en las que todos sus integrantes conforman un “todo” y no partes separadas, para lograr una compenetración.

Por otra parte, la naturaleza se prestó escenario para aprender a  percibir, palpar y hacer una comunicación profunda con los agentes naturales que diariamente nos rodean

Katherine De Salvo, productora de televisión, afirmó que: “el cuerpo agradece estos momentos. En el diarismo en la ciudad casi no podemos respirar por lo contaminado que está el ambiente, en cambio aquí respiramos la creación más divina de Dios”.

Cada persona tuvo una historia y perspectiva distinta pero llegaron al mismo punto: todos necesitan ser escuchados, para darse cuenta de que tienen una misma historia y un mismo rol, que no es otro que seguir creyendo en las personas y en lo que se hace desde la sencillez, la inclusión y lo genuino, para una sociedad en conjunto.

“Recordar es pasarse por el corazón”, dijo el padre Jorge Ulloa en una de las actividades que constaba en pensar la manera en la que se vive el día a día.

Posteriormente, se hizo un receso para almorzar y compartir las sensaciones que provocaron las actividades.

Seguidamente se realizaron actividades físicas para fomentar la coordinación y el trabajo en equipo, así como también para despejar la mente. Cada uno de los presentes se marchó con un nuevo respiro, un “fresquito” que les permitirá seguir dando lo mejor de sí.

Por Nazaret Torres Padrón