Es la hora de un golpe de timón en la agenda de Guaidó

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Sobre lo que ocurrió este martes 10 de marzo en la convocatoria hecha por Juan Guaidó para salir a marchar en Caracas contra el gobierno de Nicolás Maduro, el politólogo Wilson Gallardo tiene dos lecturas.

La primera, dice, es que aún Guaidó tiene posibilidades de convocar. Convocó al país y en decenas de municipios la gente se movilizó, salió a protestar.

Pero es crítico con la segunda interpretación. Apunta a que ya la convocatoria no tiene el mismo impacto que tenía a inicios del año pasado. «Quizás eso puede ser producto del desgaste».

Es más acucioso cuando señala que este ambiente se debe a que «principalmente porque no ha habido definición política del asunto. La gente comienza a hacer un cálculo de par qué marchar, para qué salir. También pareciera que la gente está pensando si no resuelve esto no salgo más».

Entonces, se asoma la curva en descenso del apoyo a las convocatorias de protestas masivas. «La gente no quiere salir porque no ve definición y entonces en la próxima convocatoria saldrán menos», afirma el catedrático.

Desde esta perspectiva se atreve a sugerir que «es la hora de un golpe de timón para que se reinvente, no solamente la convocatoria, sino la agenda política que sea abierta para que la gente pueda verla».

Siente que en la medida en que esa agenda no esté clara la gente va entrar en un mayor desánimo.

Sobre el Pliego Nacional de Conflicto

Wilson Gallardo dice estar integrado plenamente al activismo político de la oposición. Sin emabrgo, cuestiona que el actual liderazgo opositor esté hablando de trabajar pliegos conflictivos laborales.

«Es como si estuviéramos peleando por una reivindicación. Y ese es otro ruido que ser le está generando a la gente».

Sustenta su argumentación preguntando. ¿Este es un pliego conflictivo para que Maduro resuelva los problemas de electricidad o la conectividad a internet o que barra las calles o que le pague un mayor salario a los trabajadores?».

En ese sentido, su radicalidad lo lleva a afirmar que la intencionalidad es desarrollar una «agenda que lleve al país a deshacerse de Nicolás Maduro y su gente. Mientras eso no sea el eje central de la agenda política y comencemos con cosas cosméticas como el pliego conflictivo la gente se va a sentir desmotivada».

¿Cuáles elecciones prefiere? ¿Solo parlamentarias o con presidenciales incluidas?

En relación con el planteamiento del diputado Henry Ramos Allup opina que sus declaraciones están siendo satanizadas.

«Una de las cosas que se valora en política es que se tenga claridad en el propósito. Él plantea una ruta. ¿Y cuál es la ruta que plantea Guaidó o su equipo? Si. La salida de Maduro. Pero ¿cuál es la agenda que te va a llevar a eso?», interpela.

Señala que Henry Ramos no solamente está pidiendo elecciones parlamentarias sino que haya elecciones conjuntas, es decir, legislativas conjuntamente con presidenciales con reglas claras y un nuevo CNE. Ésa es una vía política.

«Que gran parte quiera que haya otro tipo de salida y mañana no esté Nicolás Maduro y vengan otros y nos resuelvan esto es otra cosa».

No desdeña que la vía electoral que plantea Ramos Allup es bastante tortuosa. «Es convencer a millones de ciudadanos con el agravante de que hasta se puede perder. El asunto es que en política o se gana o se pierde. No se pueden hacer elecciones solamente cuando se gana porque sino se parecería a lo que hace el PSUV», sugiere el profesor universitario.

Pero nuevamente se afinca en sugerir que «Juan Guaidó tiene que plantearle al país que esa es la vía para deshacerse de Nicolás Maduro. Y (tiene) decir que cuenta con tales recursos, con tales apoyos y espera contar con el apoyo del pueblo de Venezuela».

En la jerga coloquial Gallardo le recomienda al presidente de la AN que «hasta que no salga con las mangas arremangadas y le hable así al país la salida va a costar un poco más».

Condiciones electorales

El Comité de postulaciones electorales ya se instaló. Su presidente, el diputado Ángel Medina, declaró que en 56 días se elegirá un nuevo Consejo Nacional Electoral.

¿Esta es una buena señal de que pueda haber confianza de ir a unas nuevas elecciones?

Para el politólogo las soluciones ideales no existen. En políticas públicas se habla mucho del «segundo mejor» porque la primera opción no existe. El tema es que el país le ha colocado al asunto del CNE el 100 por ciento de las expectativas. Por supuesto, es casi que imposible que se le ofrezca al país la mejor opción.

«Es así como se ve, entonces, en el comité de postulaciones, una repartición bastante algo extraña donde 4 de los 5 miembros del comité son del PSUV e integrantes de la ANC. Eso le está haciendo un ruido gigantesco a la gente y el chavismo está jugando a eso porque la gente quiere el 100 por ciento de las condiciones electorales para poder ir a votar».

El otro detalle es que la gente no ha visto cuándo se juramentó ese comité de postulaciones. Hay críticas porque no se juramentaron ante la plenaria de la AN.

«Lo mejor que puede hacer Ángel Medina es transparentar aún más el procedimiento y poner las cartas sobre la mesa y hacer que todo el mundo vea cuál es el juego. Tiene que llamar a la juramentación ante la Asamblea Nacional de ese comité y gestionar el tema de las postulaciones.

De lo contrario, advierte, se estaría violando la Constitución nacional.

Sin embargo, es optimista y predice que la oposición tiene mayoría y puede movilizar este comité de postulaciones hacia una decisión sabia para el país. Pero dificulta que haya una posibilidad de llegar a un acuerdo decente con el PSUV.

«Ellos no lo desean. Siempre le han mentido al país. Solo que están empujados por las circunstancias, como la presión internacional que existe».

Los mejores venezolanos son los que deben estar en el nuevo CNE para que le brinden seguridad y tranquilidad a los ciudadanos a la hora de ir a votar. Esa es la mejor vía. No hay otra.

Pero tampoco se puede creer que esos nuevos miembros del CNE van a ser los ángeles que están en el cielo para resolvernos el problema. Lo que se tienen que buscar son hombres y mujeres probos, comprometidos con los valores e ideales democráticos, que sean conocedores de la mecánica electoral venezolana, que estén ganados a tener un CNE transparente que, por ejemplo, le den una claridad al país sobre lo que ocurrió con el incendio del galpón donde estaban las máquinas electorales.

«La oposición venezolana tiene la posibilidad de devolverle la majestad al voto del venezolano», sentencia el experto en ciencias políticas.