«Estamos que nos ahorcamos»: marabinos ya no saben lo que es viajar en Semana Santa

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Foto: Archivo.

La Semana Santa es caracterizada por ser días de vacaciones, y en Maracaibo, solía ser una ocasión para que los marabinos viajaran a alguna zona turística del país. Los terminales privados y públicos mantenían una importante afluencia de pasajeros anualmente.

Era frecuente ver como entraban y salían constantemente autobuses, busetas, expresos y carros particulares como transporte para trasladar a cualquier destino a sus ciudadanos. Por el caos económico, social, político y eléctrico que afecta a la región ha bajado considerablemente los viajes vacacionales.

Néstor Gutiérrez, Transportista del Terminal Terrestre de Maracaibo, estima que ha disminuido en un 50% (en relación a años anteriores) la cantidad de personas que viajaban a otras partes del país en estas fechas: “Hacemos apuraditos un solo viaje al día, cuando antes hacíamos hasta cuatro. Antes teníamos inconvenientes en la vía de tantos vehículos que había”.

El motivo principal es la falta de efectivo, dice Gutiérrez. Afirma que a veces les facilitan pago móvil a los usuarios para ser “flexibles” y que puedan pagar el servicio, pero que por exigencias ajenas a su voluntad, deben cobrar en efectivo la mayoría de las veces.

También reconoce que los vehículos en los que transportan a las personas no están 100% óptimos pero que, por la necesidad, aun así prestan el servicio.

Melkin Briceño, otro trasportista, le adjudica al Gobierno Nacional las deficiencias a las que está sometido el turismo. Por otra parte, relata que deben pagar hasta 10 mil bolívares soberanos para llenar sus vehículos con combustible

“Horas y horas de espera, y cuando uno llega solo hay guardias nacionales controlando la zona, y después no controlan a nadie porque pasa todo el mundo”, dijo Briceño, quien luego soltó una frase arrolladora: “Estamos que nos ahorcamos, en pocas palabras. Si grabáramos una película de esto, quedaría bien, porque es triste”.

Miguel Ojeda, colector de la línea Punto Fijo-Coro, calcula que solo el 10% de los marabinos viaja por turismo, teniendo en cuenta que el pasaje Punto Fijo cuesta 8 mil bolívares soberanos, mientras que a Coro cuesta 7 mil.

Jenny Romero manifiesta que cuando trabajaba limpiando en una casa, el sueldo le daba para viajar. Hoy, sus niños viajarán a Machiques de Perijá para “distraerse” porque, según ella, en Maracaibo no hay nada para hacer.

Ella se quedará en la tierra del sol amada. No le quedará más remedio que tomarse estas “pequeñas vacaciones” para visitar a sus vecinos a la vuelta de la esquina.

Por Nazaret Torres Padrón