El reconocido narcotraficante colombiano Dairo Antonio Úsuga, alias “Otoniel”, fue definitivamente extraditado a Estados Unidos desde Colombia este miércoles 4 de mayo, luego de que se levantara una medida que suspendía la acción.
El ex jefe del llamado Clan del Golfo es solicitado por las Cortes Federales de Nueva York y La Florida por los delitos de conspiración para traficar cocaína. Desde el año 2010, la justicia de Estados Unidos le viene haciendo seguimiento por estas acciones relacionadas al narcotráfico.
La complacencia de Duque
La extradición fue avalada por la Corte Suprema de Justicia de Colombia y firmada por el presidente Iván Duque, quien manifestó sentirse «muy complacido» por esta decisión.
“Allá lo están esperando en Disney. Creyó que se iba a burlar de Colombia y de las autoridades norteamericanas, pero no. Se va a ir a una cárcel en Estados Unidos, como le corresponde a esa rata”, agregó el mandatario colombiano.
Varias cuentas pendientes
En 2010 fue incluido en la Lista Clinton junto a otros líderes del Clan del Golfo. Posteriormente, en 2015 la Corte del Distrito Sur de la Florida le formuló el cargo de conspiración para importar una sustancia controlada a Estados Unidos.
En ese mismo año, la Corte del Distrito Oriental de New York le abrió un nuevo expediente por conformación de una empresa criminal.
En Colombia, tiene una sentencia por 40 años de cárcel por la Masacre de Mapiripán en el Meta perpetrada por el bloque Centauros de las Autodefensas.
El pasado 28 de abril el Consejo de Estado ordenó suspender la extradición hasta que se resolviera “una demanda de tutela que interpusieron sus presuntas víctimas contra el trámite administrativo, que pretende trasladarlo a los Estados Unidos”.
La medida fue levantada este miércoles 4 de mayo cuando el Consejo de Estado consideró que ya eran inexistentes los motivos por los cuales se había solicitado la suspensión de la extradición.
Víctimas rechazan el traslado de Otoniel
Silvia Berroca, una de las víctimas firmantes de varios comunicados con los cuales rechazaban la extradición de «Otoniel», declaró que “él estaba contando la verdad y tocando a varios políticos, por eso es la premura de extraditarlo. Estamos extrañados y muy adoloridos”.
No obstante, aclaró que ella y las demás víctimas no estaban en contra de que Úsuga fuera extraditado, sino que habían elevado peticiones a la Corte Suprema, el Consejo de Estado y la Jurisdicción Especial para la Paz para que la entrega al país norteamericano se diera después de que él contará en Colombia todo lo que sabía sobre su pasado dentro del EPL y los grupos paramilitares.
Con información de El Colombiano
