Falleció Monseñor Gustavo Ocando Yamarte

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En la mañana de este jueves 10 de febrero falleció el reconocido sacerdote Gustavo Ocando Yamarte a sus 82 años, quien en su vida fuera fundador de obras importantes en el estado Zulia, entre ellas el hospital Madre Rafols y el Instituto Educativo Niños Cantores.

La Arquidiócesis de Maracaibo expresó sus condolencias por la partida física de quien también fuera propulsor de obras como el Templo San Tarcisio, el Museo Ciudad de Dios, el Complejo Ciudad de Dios, el Polideportivo Niños Cantores y la Universidad Católica Cecilio Acosta.

El sacerdote zuliano nació en 1939, en el seno de una humilde familia. Fue director del diario La Columna, redactor de L’Osservatore Romano, edición española, al igual que director espiritual del Seminario San José y catedrático del Seminario Interdiocesano de Caracas.

Asimismo, fue director de la emisora La Voz de la Fe 580 AM y de la Onda Serena 90.9 FM. También fue creador y director de la Televisora Niños Cantores del Zulia, Canal 11 del Zulia, NCTV, en sus sedes de Zulia, Lara y Carabobo.

En cuanto a su preparación académica y religiosa, era doctor en Historia de la Iglesia, Licenciado en Teología Litúrgica y en Comunicación Social, músico (organista)

Además, tenía estudios de Canto Gregoriano y era investigador, historiador, escritor, maestro y pedagogo, además de conferencista nacional e internacional.

En sus últimos años condujo un polémico programa de opinión, primero en la televisión regional y luego nacionalmente, que se llamaba Ángulos, en el cual se dio a conocer por sus famosos «bombolones»; que recogía preguntas y mensajes interpeladores de la audiencia hacia los entrevistados.

A finales del siglo XX protagonizó una lucha de poder con el arzobispo de Maracaibo monseñor Ovidio Pérez Morales, denominada «La Guerra de las Sotanas», siendo sustituido en sus funciones del Complejo Cultural Niños Cantores, Universidad Cecilio Acosta, Canal 11 del Zulia, NCTV, entre otras dependencias.

Monseñor Gustavo Ocando Yamarte ocupa un lugar muy especial en el corazón de los zulianos, quienes durante muchos años fueron testigos y beneficiarios de sus obras, de allí una gaita en su honor Por amor al prójimo.