Familia de opositoras detenidas en Nicaragua reclaman no poder verlos

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Foto: EFE

Al menos 21 opositores arrestados en el último mes, entre aspirantes presidenciales y políticos opositores, han acaparado la atención de la crisis política de Nicaragua.

A la sombra están sus familiares, quienes llevan la carga psicológica. “Lloramos todas las noches”, confiesa la hermana y sobrina de varias detenidas.

Ahora deben turnarse para ir tres veces al día a una cárcel de las afueras de Managua a dejarles alimentos, convencer a sus jefes para fallar a sus puestos de trabajo, o explicar lo que sucede a los hijos, según la psicóloga y educadora Josefina Dávila Vigil.

Dávila Vigil es familiar de las dirigentes opositoras convictas Tamara Dávila, Ana Margarita Vigil y la exguerrillera Dora María Téllez.

Afirmó que su sobrina de cinco años, hija de Tamara, pregunta constantemente por su madre, le escribe cartas, le hace dibujos, y reclama que la llame por teléfono.

“Terrible, todas lloramos con ella todas las noches, porque no sabemos qué decirle”, dijo a Efe Dávila Vigil, quien a sus 23 años hace de madre para su sobrina.

«No tienen ninguna intención de dejarnos ver a nuestros familiares»

Otra carga para los familiares de los “presos políticos” es la actitud de la Policía.

“Para todos los familiares ha sido una gran carga económica por lo que significa ir tres veces a El Chipote (cárcel de la Policía), llevar comida todas las veces, para que te la devuelvan y sólo te permitan agua”, sostuvo.

“Los horarios de visitas son martes y jueves. Hoy era día de visitas y no nos dejaron verlas. En las oficinas donde presumimos que están, que es El Chipote, decía inicialmente: «Horario de visitas martes y jueves» ahora ya no está ese papel, lo han quitado, lo que significa es que no tienen ninguna intención de dejarnos ver a nuestros familiares”, indicó.

«Si nosotras no las podemos ver, consideramos que están en situación de desaparición”, apuntó Dávila Vigil.

Miedo y poca sensibilidad

Como consecuencia, los familiares de los “presos políticos” sufren “miedo a qué nos van a hacer”, a ser vigilados, y terminar también en El Chipote, denunciado por organismos defensores de los derechos humanos como supuesta “cárcel de tortura” de la Policía.

La situación la viven los familiares de cuatro de cinco aspirantes presidenciales por la oposición, y de dos exvicecancilleres, dos históricos exguerrilleros sandinistas disidentes, un dirigente empresarial, un banquero, unexdiputado, cuatro dirigentes opositoras, un periodista, dos extrabajadores de una ONG, y un conductor, de un total de 21 arrestados.

Para Dávila Vigil, “hay una total insensibilidad hacia el dolor de las personas que tenemos familiares presos políticos” si se acepta competir en “unas elecciones sin la liberación de los presos políticos, sobretodo cuando todos los precandidatos están en situación de desaparición”.

Fuente: EFE