Gladys, ejemplo de trabajo contra las adversidades

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Foto: Xiomara López

Gladys Aponte, de 58 años de edad, lleva más de 29 años trabajando de costurera en la calle Santa Rosa de San Juan de los Morros.

Esta profesión la ha ayudado a sacar adelante a sus cuatros hijos a pesar de presentar artritis reumatoide que le dificulta pasar mucho tiempo cociendo.

«Yo vivo con mi mama, ya mis hijos están grandes y tengo nueve nietos», cuenta.

“Todo ha salido de esta profesión. Sufro de artritis reumatoide, tengo muchos años padeciendo de ella. A veces uno cae en crisis, pero es superado”, relata Gladys.

Ella explica que esta condición “es una rigidez en las articulaciones, más que todo en las mañana. En mi caso, me he acostumbrado a salir adelante con ella, no me queda de otra”.

Gladys relata a Radio Fe y Alegría Noticias que hace tres años dejó de recibir los medicamentos de alto costo que le suministraban a través del Seguro Social pues los dejaron de enviar hace dos años.

“Anteriormente yo tenía el tratamiento de alto costo por el Seguro Social, pero como hubo tanto problema, dejó de venir esa opción”.

A pesar de las dificultades, Gladys ha podido seguir tomando sus medicamentos gracias a la cuñada de su hermana, quien se los envía del extranjero hasta Guárico.

Reinventarse en medio de la cuarentena

En medio de esta cuarentena, Gladys se ha dedicado a realizar tapabocas para poder obtener dinero ya que no cuenta con más ingresos.

“Los vendo entre dos y tres dólares ahorita, pero aparte de eso al que se le pueda obsequiar, se lo obsequio. He hecho muchos para la familia, para los más cercanos y laboralmente para subsistir hago esa labor”, dice.

“Las telas que utilizo son las que me han quedado por ahí ya que están muy caras y mi hermana que vive en Valencia, me envía lo que puede durante esta cuarentena para que siga trabajando”, explica.

Esta luchadora sigue laborando y apostado que la situación del país va a mejorar para poder seguir cociendo y contar ingresos que le alcancen para comparar sus alimentos y medicamentos como lo hacía antes, cuando con el dinero que entraba por la costura pudo sacar adelante a sus hijos.