Griselda Sánchez vaticina que se perderá este año escolar

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Entre la suspensión de clases por la cuarentena por el Coronavirus, las fallas de Internet, cortes del servicio eléctrico, falta de computadoras y teléfonos inteligentes por parte de docentes y estudiantes, la continuidad del año escolar estaría en pico e zamuro.

Por lo menos, así lo considera a la Secretaria de Reclamos del Sindicato de Maestros del Distrito Capital, Griselda Sánchez.

La también coordinadora de la Coalición Sindical Nacional de Educación reaccionó ante la idea que maneja el gobierno de proseguir el año escolar a través de Internet, enfatizando que los niños reciban clases desde sus casas. Eso incluye evaluaciones y jornadas académicas, bajo el lema Cada Familia una Escuela.

Este plan, para la sindicalista, va a ser inviable. «Es una locura más que propone el Ministerio de Educación sin tomar en cuenta la verdadera realidad que es que el 80 por ciento de la población y de los trabajadores de la educación no cuentan con Canaimas, tampoco con otro tipo de computadoras. Muchos otros docentes tampoco tienen teléfonos inteligentes», apuntó.

Es decir, no hay posibilidades de sostener en el tiempo «esta barbaridad de parte de Aristóbulo Istúriz».

Se atreve a señalar que el año escolar 2019-2020 se ha perdido en la mayoría de las escuelas «no solo por el COVID-19, sino porque no se pudo culminar el segundo lapso con éxito ya que la mayoría de los docentes no podían estar yendo a los centros educativos por no tener pasajes y por no tener comida».

Sánchez reseñó a través de Radio Fe y Alegría Noticias que la desmejora en las condiciones socioeconómicas de los educadores proviene desde el año 2018, «cuando de un solo plumazo se dejó por fuera todo lo que es la reivindicación contractual del trabajador de la educación».

Explicó que por esta situación se comenzaron a observar escuelas y liceos vacíos en todo el territorio nacional.

Hizó la salvedad que las escuelas de Fe y Alegría y los centros afiliados a AVEC que «fueron las que pudieron manejarse un poco mejor». Aunque admitió que también en estas instituciones se ha registrado un importante número de renuncias de docentes, personal administrativo y de estudiantes que han abandonado la escuela.

La sindicalista aseveró que lo que hoy se vive en Venezuela es una esclavitud moderna «que pretende que los docentes y otros profesionales de este país, en esas condiciones, saquemos este país adelante».

Este programa Cada Familia una Escuela tampoco es factible, aseguró Sánchez, porque «las neveras de nuestros jóvenes están vacías». Y el 70 por ciento de los estudiantes no cuentan con Canaimas.

«Las últimas Canaimas que entregó Aristóbulo Istúriz en Caracas, en la parroquia Caricuao, fueron máquinas dañadas», apuntó.

Llamó a la población venezolana a que no se deje engañar. Lo primero que hay que resguardar es el derecho a la vida. Si hubieran otras condiciones se ha podido culminar el año escolar «si se hubiesen ejecutado, por lo menos, dos lapsos».

Las escuelas están sin agua, sin luz, sin maestros y con salones vacíos porque «todos los venezolanos estamos atravesando esta terrible crisis» generada por el gobierno «y a quienes le hemos protestado muchísimo para hacerles ver la terrible realidad» del sector educativo.

¿Y qué pasó con la entrega por parte del Ministerio de Educación de computadoras Canaimas en todo el país? ¿Esto no garantizaría el desarrollo de este plan especial? ¿No es atrevido afirmar que el 70 por ciento de los estudiantes no cuenta con esos equipos?

Apuntó la gremialista que en algunas escuelas de Caracas y Portuguesa sí entregaron esas computadoras. Pero el hecho de que solamente se las hayan entregado a 15 escuelas «no significa que sea un número representativo. Por eso decía que el 70 por ciento de los jóvenes de Venezuela no tiene Canaima».

También reportó fallas e intermitencias del servicio de la Internet en la capital. Peor está en las regiones y estados del país. A eso hay que agregarle los apagones en Mérida, Zulia, Lara, Táchira, Apure, Monagas.

Tampoco es educación a distancia

Sánchez también es enfática con este tema. Advierte que «no se puede hablar que va a ser una modalidad de educación a distancia porque no podemos contar ni siquiera con un día para hablar con nuestros alumnos».

Lo que vienen haciendo los padres y representantes es comunicarse con los maestros a través de los teléfonos para dar orientaciones básicas. Pero con los agravantes de las fallas de Internet, sin computadoras y cortes eléctricos.

Manifestó que las protestas del año pasado y de principios de este 2020 por parte de los sindicatos educativos «no solo fueron para exigir nuestras mejoras salariales sino también para demandar una óptima calidad educativa».

¿Qué propone la coalición?

Sugiere tomar los modelos de Fe y Alegría y de AVEC y evaluarlos «porque sí pudieron culminar el segundo lapso».

Sin embargo, le preocupa que el mayor retraso se presenta en los planteles públicos del Ministerio de Educación.

Puso como un ejemplo la renuncia masiva de especialistas en áreas como Física, Matemáticas, Biología, Química. Situación que le lleva a decir «que tenemos que asumir la pérdida del año escolar».

Ve bastante difícil que pueda reprogramarse en buena lid el año escolar en curso.

Al cierre, planteó que «la única forma que pueda salvarse este año escolar es que se reconozca toda la deuda que hay con los trabajadores de la educación para que los educadores puedan volver a sus aulas» luego de superado el problema del COVID-19.

Sin embargo, Sánchez es contundente cuando señaló que «mucho antes del COVID-19 ya estaban presentes muchos problemas en la educación venezolana».

Por José Blanco / Radio Fe y Alegría Noticias