El gobierno de los Estados Unidos informó este lunes que llegó a acuerdos con México, Honduras y Guatemala para que movilicen a miles de militares y policías en sus fronteras con la finalidad de frenar la migración irregular hacia el norte, que alcanzó récords en el mes de marzo.
El presidente estadounidense, Joe Biden, negoció en las últimas semanas con representantes de estos tres países, los cuales se comprometieron a aumentar la seguridad en sus fronteras, indicó la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
“México tomó la decisión de mantener 10 mil efectivos en su frontera sur, algo que permite elevar al doble las interdicciones (del paso) de migrantes”, precisó Psaki.
“Guatemala aumentó en 1.500 el personal policial y militar en su frontera sur con Honduras, y accedió a establecer doce puntos de control a lo largo de la ruta migratoria; mientras que Honduras destinó a 7.000 policías y militares para dispersar a un gran contingente de migrantes”, acotó.
El objetivo, añadió la portavoz, es “dificultar el viaje (hacia Estados Unidos) y el cruce de fronteras” para los indocumentados que emprenden el trayecto.
Respecto al acuerdo con México, Psaki no aclaró si se refería a efectivos de la Guardia Nacional mexicana, que en marzo ascendían a 3 mil 484 desplegados en el estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala.
La semana pasada, el Gobierno estadounidense reveló cifras récord de detenciones de indocumentados en su frontera con México, con más de 172 mil en el mes de marzo, entre ellos casi 19 mil menores, un récord histórico.
Con información de Deutsche Welle y EFE.